El valle de Araotz es uno de esos lugares apartados de nuestra montaña a los que hay que tener voluntad manifiesta de llegar. Una geografía rotunda de murallones le aísla de la concurrida ruta de Arantzazu, hundiéndose en la profundidad de la barranca de Jaturabe.

El núcleo central de Araotz (460 m) arracima varios caseríos en torno a la torre maciza de su iglesia de San Miguel. En su plaza vamos a aparcar el coche y partir hacia la montaña.

Tomamos la carretera ascendente que alcanza los caseríos más altos de la barrida, hasta llegar al último de ellos, el de Aizkorbe goikoa (10 min). A la izquierda arranca una pista. Poco más adelante aparece una rústica señalización en la que seguimos a la izquierda la dirección de Andarto y Degurixa. Penetramos en el bosque en el que se abre un cruce. Unas flechas pintadas nos derivan por el ramal de la izquierda. La pista gana altura con vigor hasta abrirse en otro cruce (12 min). Un pequeño hito de piedra señala ahora la ruta a seguir por el ramal de la derecha.

La pista se transforma en un sendero, frecuentemente embarrado, que nos lleva a entroncar con un tramo del antiguo camino calzado (30 min). Alzamos un rellano abierto desde el que se domina una bella panorámica del valle. A pocos metros enlazamos con una pista que, trazando un par de curvas, pasa junto a un canal y entronca con otra pista más ancha en medio de un bosque de alerces (50 min).

Seguimos ahora por esta pista, ignorando las señalizaciones blancas/amarillas de los PR.

La pista describe dos curvas antes de alcanzar el límite del hayedo. Allí cruza el cauce del arroyo. Nosotros no lo haremos. Sin atravesar la erreka, nos desviamos a la derecha y cruzamos sobre un vado de cemento. Poco más arriba el sendero se va estrechando. Los hitos de piedra nos orientan en los cruces, ya bajo las laderas rocosas de Andarto.

Por una senda empinada cubierta de hojarasca llegamos al collado de Esate, marcado por una antigua estela (960 m) (1,05 h).

Nos encaminamos ahora hacia la cumbre de Andarto. Es importante localizar el inicio de la senda que se abre paso entre los roquedos buscando el terreno más cómodo hasta alcanzar la cima (1.076 m) (1,20 h).

Desde la cumbre de Andarto, además de un dilatado panorama sobre la sierra de Aitzkorri, podemos dominar bajo nosotros una magnífica perspectiva sobre el valle cerrado de Degurixa, hacia el que vamos a descender ahora.

Degurixa, precioso

Degurixa es, sin duda, uno de los lugares más hermosos de la geografía guipuzcoana. Caminar entre sus majadas pastoriles es un auténtico placer. Disfrutando de estas sensaciones cruzamos toda la longitud del valle en dirección oeste para acometer el ascenso de una pista que gana altura zigzagueando hasta el collado de Erlaitz (1.105 m) (2,05 h).

Una vez dominado el collado, viraremos hacia el norte siguiendo la referencia de los testigos de un gaseoducto. La vista se nos amplia ahora hacia el valle de Leintz, las montañas del Duranguesado y el macizo de Gorbeia.

Nos vamos acercando a los contrafuertes rocosos de Elorreta, bajo los cuales se perfila la cima de Kurtzeberri. Nos aproximaremos a ellos hasta enlazar con la pista que llega desde Mendiola.

Enfilando el rumbo hacia el oeste alcanzamos el collado de Apotza, que nos ofrece un espléndido paisaje sobre valles y montañas (1.030 m) (2,35 h). Pasando bajo una borda que vemos a nuestra derecha empezamos a perder altura por los herbales con rumbo sureste acercándonos al límite del hayedo. Alcanzamos el trazado de una pista que, describiendo un amplio bucle, nos llevará hasta el fondo del valle (3,10 h).

Estamos frente a las bordas de Arbele, actualmente reformadas como residencias de esparcimiento. Deberemos fijarnos en una indicación pintada que nos dirige hacia Araotz. Se trata de un sendero que va ganado altura sesgando en la ladera opuesta hasta alcanzar terreno despejado frente a la ermita de Santikrutz (810 m) (3,20 h).

Descendemos ahora hacia el inmediato collado en el que confluyen varias pistas. Deberemos tomar a la derecha un sendero ancho, que discurre unos metros por debajo de un pequeño canal. Por este camino descendemos hasta cruzar una langa. Unos 5 minutos después permaneceremos atentos a un sendero que se abre a la izquierda. Nos quedan ya sólo unos metros para regresar a Araotz (3,50 h).