Otro simulacro
Carlos GIL Crítico teatral
La Feria de Donostia lleva años dando tumbos y jugando al simulacro. Se anunciaba como feria, pero quería ser festival. Eso sí, muy barato. No ha estado incardinado con la ciudad y muy poco con la realidad teatral vasca. Las ediciones de estos pasados cinco años han parecido más caprichos del director que fruto de una planificación con unos objetivos marcados. Lo hemos dicho muchas veces, pero el simulacro funcionaba, las gentes de teatro, tan necesitadas de estímulos, veían en ella una de las pocas oportunidades para mostrar sus trabajos a los programadores. Pero en los últimos años no venían programadores de los que pueden interesarse por el formato medio del teatro vasco. Además, la inclusión de ese programa con tantos antecedentes sospechosos de arbitrariedades que es Itinerarte, junto a una insulsa selección de teatro polaco de tercera categoría todavía apagaban más las motivaciones para viajar a Donostia a los profesionales. Venían eso sí, los amigos, a tomar el sol, a comer de primera y a ver algún espectáculo. Insuficiente.
La responsabilidad de esta suspensión es más grave que lo que están contando. Intentan colocar otro simulacro, dicen que en octubre harán un «Itinerarte reforzado». Como los amigos nos dan ayuda, vamos a hacer eso. Si mañana el amigo es despedido, ¿quién se hará cargo de esa propuesta de teatro latinoamericano? ¿Se inventará un festival latinoamericano para aprovechar los flujos del Iberoamericano de Cádiz, o harán, otra vez, el negocio por su cuenta? ¿Cuánto va a costar el reforzamiento? Se vuelve a caer en la chapucería con globos sondas. La Feria de Donostia formaba parte de la estrategia en artes escénicas del Gobierno de Lakua y algo tendrá que decir; estaba dentro de una coordinadora estatal con ayudas del Ministerio, que también debería pronunciarse. Y nos queda por escuchar a los profesionales vascos, de la producción, la distribución y la exhibición. El público, los públicos, ante estos eventos se retraen. La crisis va a ser la tapadera de muchas más imposturas.