Reacción, dimisión, intervención..., todas las lecturas son posibles
Natxo MATXIN
No son pocas las lecturas -y divergentes- que se pueden entresacar de las incendiarias manifestaciones de Camacho. La primera que viene a la mente es la de que el técnico murciano intente de esta forma motivar a los suyos. No en vano, la plantilla osasunista ha venido demostrando en los últimos tiempos que su mejor rendimiento aparece cuando tiene que enfrentarse a situaciones críticas, pero eso no siempre va a ser duradero. Tanto va el cántaro a la fuente...
También hay quienes en una visión más retorcida -no tiene por qué ser menos acertada- han visto en las declaraciones del míster un primer capítulo para algo más sonado, como pudiera ser su dimisión. Las espantadas que ha protagonizado en otros conjuntos son aval suficiente para los defensores de esta tesis, pero Camacho siempre ha dicho que está muy a gusto en Iruñea y que mantiene una relación muy especial con el presidente. Es precisamente a Pachi Izco a quien parece corresponderle ahora entrar en escena, para resolver el entuerto y leer la cartilla a un plantel que ha ido perdiendo su idiosincrasia.