El inicio liguero en casa sólo es mejorado desde 1951 por el que llevó a la segunda Liga
Anoeta ha visto los mismos triunfos de la campaña pasada
En los 21 partidos de la temporada anterior los realistas sumaron en casa 33 puntos y en sólo 10 ya llevan 26. Los que subieron lograron un mínimo de 47.
Joseba ITURRIA
La Real igualó el sábado ante el Cádiz la cifra de ocho triunfos sumados en toda la temporada pasada en Anoeta, donde se escaparon las aspiraciones de ascenso porque sólo sumó 33 puntos. Los tres conjuntos que ascendieron a Primera División sumaron al menos catorce puntos más en su campo: Xerez (47), Tenerife (48) y Zaragoza (50).
Los datos demuestran que la fortaleza de un equipo ante su público es clave para ascender porque siempre cuesta más sumar puntos fuera. No es casualidad que la Segunda esté encabezada con una ventaja de siete puntos sobre los demás por los dos equipos que más fortaleza demuestran hasta ahora en su campo. El Hércules ha sumado 28 puntos, la Real 26 y muy lejos quedan Numancia y Betis (19), Rayo (16), Cartagena (15) y Salamanca (14), los cinco que por ahora representan la mayor amenaza para el ascenso de los dos equipos blanquiazules.
La fortaleza en casa está unida a la solidez defensiva. En diez partidos como local el Hércules ha encajado cinco goles y la Real cuatro. Son los dos equipos menos goleados, con 10 y 17 respectivamente, aunque los de Lasarte han encajado ocho en dos salidas a Alicante y Vallecas.
Clave en los ascensos realistas
La fortaleza de la Real en casa ha sido la base de todos los ascensos a Primera conseguidos. En el de la temporada 40-41 se lograron diez victorias y un empate en toda la primera fase liguera. En la 42-43 nueve triunfos y un empate en los diez primeros partidos en Atotxa. En el de la 46-47 se comenzó con nueve victorias seguidas y un empate en el décimo partido, y en la 48-49 se ganaron los trece partidos de Liga jugados en casa. Eran unos años en los que los desplazamientos no tenían nada que ver con los de la actualidad y el rendimiento de los equipos bajaba mucho fuera de casa.
Buena prueba de ello es que en esa temporada la Real quedó campeona de Segunda y fuera perdió ocho de los trece partidos que jugó. Algo parecido sucedió con la trayectoria del equipo en Primera en la temporada 50-51, en la que ganó todos los partidos en Atotxa, quince de Liga y tres de Copa, menos el duodécimo liguero empatado con el Atlético de Madrid (1-1). Pese a esos números como local, la Real sólo pudo acabar quinta porque fuera sumó un solo triunfo, cuatro empates y diez derrotas. Ese año perdió la final de Copa ante el Barcelona (3-0).
Aquella racha de once victorias consecutivas, con 38 goles a favor y 5 en contra, a la que se puede añadir la última conseguida en la temporada anterior, constituye el récord de triunfos consecutivos en casa de la Real en Primera y en Segunda llega a los trece de la 48-49. También el último ascenso en la temporada 66-67 se basó en la fortaleza en Atotxa, donde la Real ganó sus once últimos partidos como local, seis de ellos por 1-0, antes de vivir la fiesta de Puertollano.
Los mejores comienzos locales
Desde 1951 y, conforme mejoran las carreteras y las formas de viajar, sólo hay un comienzo mejor que el actual en casa, el de la segunda Liga (81-82), en el que la Real comenzó con diez victorias, siete consecutivas, y un empate ante el Barcelona.
El comienzo actual mejora el que llevó a la primera Liga (80-81), cuando obtuvo siete triunfos y dos empates en los primeros partidos de Atotxa antes de perder contra el Sporting (1-2) al final de la primera vuelta. También el del año de la imbatibilidad (79-80), que comenzó con siete victorias y tres empates.
La Real está a un paso de igualar una serie de nueve victorias consecutivas en casa de la temporada 87-88, la de los dos subcampeonatos. Aunque es evidente que no tiene el mismo valor una racha en Primera o en Segunda, son records que se pueden marcar los realistas. De la capacidad de seguir la marcha victoriosa de Anoeta van a depender las opciones de ascenso.
Además el mérito actual es lograrlo en un estadio en el que las gradas están más lejos del césped, aunque el Mallorca también demuestra con sus ocho triunfos en todos los partidos que ha jugado en Son Moix que jugar en un estadio no es un impedimento para obtener buenos resultados como local.
El encuentro previsto para este domingo entre el Sanse y el Portugalete, que se suspendió por culpa del temporal de nieve, se disputará mañana en el campo z7 de Zubieta a las 20.15. Un partido que los blanquiazules deberán vencer para no alejarse del primer puesto.
La peña Txirritako Txuriurdinak prepara un viaje a Vigo para animar a la Real en el partido del sábado a las seis. Se sale a las doce de la noche del viernes en autobús y se inicia el viaje de vuelta el domingo a las diez desde Vigo. El precio es de 80 euros más entrada e incluye el autobús y el hotel con desayuno.
La Real ganó todos los partidos de Atotxa, 15 de Liga y 3 de Copa, menos el duodécimo empatado con el Atlético. Los malos resultados como visitante le relegaron al quinto puesto en la Liga y fue finalista en la Copa.
En la segunda Liga, el equipo de Ormaetxea sumó quince triunfos y dos empates en Atotxa, donde comenzó con una serie de diez victorias, siete de ellas de forma consecutiva, y una igualada contra el Barcelona (1-1).
David Zurutuza comenzó a correr en la vuelta a Zubieta de la primera plantilla realista, que tuvo que trasladar su sesión de trabajo al campo de hierba artificial porque los de natural estaban cubiertos de nieve.
El media punta sigue sin trabajar con el resto y parece difícil que se recupere para el partido del sábado, en el que no jugará por sanción su sustituto del sábado, Mikel Aranburu. Menos problemas debería tener Mikel Labaka, que ayer no trabajó con una contusión muscular en la cara anterior del muslo izquierdo. Hoy hay sesión doble en Zubieta, a las 10.00 y a las 16.30. Joseba ITURRIA