Nuevo impulso en la lucha de presos y presas
El Colectivo de Presos Políticos Vascos ha comenzado la semana con una nueva iniciativa encardinada en la dinámica de lucha contra la política penitenciaria de los gobiernos español y francés, estrenada con el 2010: los prisioneros se negaron ayer a salir de sus celdas para denunciar que una parte del Colectivo se encuentra «secuestrado de forma despiadada y cruel». Los encierros supondrán severas consecuencias tanto para los presos como para sus familiares, puesto que los primeros no se comunicarán con nadie mientras se mantenga la medida de protesta y también perderán el derecho a salir al patio.
El conjunto de medidas de presión adoptadas por el Colectivo pretende llamar la atención de la opinión pública sobre la situación límite a la que se acercan los cerca de 750 presos y presas. Sin embargo, una gran parte de los medios de comunicación han aprovechado la iniciativa para criminalizar al Colectivo y situarlo bajo las órdenes de ETA. Lejos de hacerse eco de sus reivindicaciones, han vuelto a poner el acento en supuestas luchas internas, dando más espacio a intoxicaciones que, por ejemplo, a una manifestación que reunió a 44.000 personas. De esta forma, los presos se convierten en noticia, pero no por la violación de sus derechos, sino como objetos de manipulación al servicio de intereses propagandísticos.