Robinson abandona su cargo mientras se investiga su situación financiera
Dinero, sexo y política es una combinación mortífera. El primer ministro norirlandés, Peter Robinson, ha abandonado su cargo temporalmente para permitir una investigación sobre su posible conocimiento de conductas financieras inapropiadas de su esposa, Iris.Soledad GALIANA |
El escándalo familiar de los Robinson ha cruzado las barreras familiares para impactar en las políticas, y de las filas del DUP ha dado el salto al Gobierno norirlandés.
Si el domingo el DUP decidía expulsar a Iris Robinson y pedir su dimisión como diputada del partido en la Asamblea de Belfast, el Parlamento de Londres y su Concejalía en Castlereagh, es ahora su marido, el primer ministro Peter Robinson el que se ve obligado a dar explicaciones sobre su conocimiento del fiasco financiero de su mujer. Iris pidió un préstamo de 50.000 libras [55.595 euros] a dos constructores para el negocio de su amante y se quedó con 5.000 libras [5.559 euros] que nunca declaró, rompiendo el código de transparencia política. Un programa de investigación de la BBC mantiene que Peter Robinson conocía este hecho.
Ayer, el primer ministro norirlandés decidió abandonar su puesto durante seis semanas para permitir el esclarecimiento de los hechos por parte de un consejo especial nombrado por el Ministerio que comparte con Martin McGuinness, aunque analistas y oponentes consideran que posiblemente no volverá a recuperar su cargo. Su sustituta es la ministra de Industria del DUP, Arlene Foster.
La decisión de Peter Robinson se produjo contra el marco del «apoyo inequívoco» de su partido, el DUP, y ante su decisión de pedir a la Cámara de los Comunes y la Asamblea norirlandesa que investiguen su conducta. Robinson apuntó a que seguirá trabajando en cuestiones pendientes, tales como la transferencia de la policía y la justicia de Londres a Belfast.
Precisamente el líder de Sinn Féin, Gerry Adams, exigió que se resuelva el tema de las transfencias de forma inmediata, independientemente de la situación de los Robinson. «Tenemos que trabajar en ello y los dos gobiernos son responsables como guardianes de los acuerdos. Confío en que estos temas serán resueltos a tiempo», afirmó Adams, que negó que su partido hubiera impuesto un ultimátum al DUP.
Mientras la oposición clama por la cabeza de Robinson, Sinn Féin exige la transferencia de Justicia y Policía de Londres a Belfast sin esperar al resultado de la investigación de la conducta del líder unionista.