Calma en el comercio venezolano tras la devaluación del bolívar
El comercio venezolano vivió ayer una jornada en calma tras un fin de semana de compras nerviosas, sobre todo de electrodomésticos, electrónica y de informática, por el anuncio de la devaluación del bolívar.GARA | CARACAS
Ayer entró en vigor la reforma cambiaria anunciada por el Gobierno venezolano la noche del viernes, que estableció un cambio doble de 2,60 y 4,30 bolívares por dólar, con una devaluación de un 20,9% y 100% respecto a la anterior tasa única de 2,15 bolívares por divisa. La cotización de 2,6 bolívares se aplicará a las importaciones prioritarias, entre ellas las de alimentos, productos sanitarios, maquinarias y equipos, ciencia y tecnología y todas las importaciones del sector público, así como remesas familiares.
La paridad de 4,3 bolívares por dólar afectará a productos energéticos, industriales, petroquímicos, automóviles, comercio o telecomunicaciones. Los responsables de los comercios en Caracas explicaron que, de momento, descartaban ajustar sus precios al alza.
En los supermercados del este de la capital venezolana se apreciaba una afluencia normal tras el período navideño. En el municipio de Chacao, los gerentes de almacenes de alimentos aseguraban que no iban a subir precios, al menos hasta la liquidación de las actuales existencias. Se podían observar, no obstante, algunas colas en tiendas de electrodomésticos que anunciaban ofertas por las habituales rebajas. El temor a subidas de precios llevó a los caraqueños a abarrotar el fin de semana las tiendas de electrodomésticos, equipos electrónicos e informáticos, para aprovechar lo que podrían ser los últimos precios de esas importaciones con la ya extinta tasa de 2,15 bolívares por dólar.
La medida responde a una profunda inflación, con tasas que el Banco Central de Venezuela esperaba que llegaran al 26% al cierre del año, pese a un contexto mundial de inflación negativa. El presidente venezolano, Hugo Chávez, había advertido de que expropiará los comercios que incurran en especulación y el Ministerio de Comercio inició ayer la inspección de establecimientos sancionando con el cierre temporal a los comerciantes que hayan incrementado de forma irregular los precios. Así, las autoridades cerraron un hipermercado de Caracas, perteneciente al grupo francés Casino, que vende desde alimentos hasta electrodomésticos.
Empresas españolas
Las empresas españolas con intereses y negocios en Venezuela restaron importancia al efecto que pueda tener en sus cuentas la devaluación. Telefónica, que cuenta con dividendos pendientes de su conversión desde 2006 cuya cantidad en bolívares superaba los 2.000 millones de dólares antes de la devaluación, confirmó sus previsiones de rentabilidad.
Repsol aseguró que la devaluación tendrá un impacto «inapreciable» en sus cuentas, ya que la mayoría de sus ingresos en Venezuela se contabilizan en dólares. Iberdrola indicó que su negocio en el país se basa en la construcción de infraestructuras energéticas con contratos a precios cerrados, que cuentan con garantías y que cobra en dólares. En cuanto al BBVA, su filial en Venezuela, el Banco Provincial, aporta el 4% del beneficio atribuido del grupo, anque también tenía dividendos del ejercicio anterior pendientes de repatriar y que ahora mermarían con el nuevo cambio.
Las multinacionales españolas con negocios e intereses en Venezuela, como Telefónica, Repsol, BBVA o Iberdrola, aseguraron que el nuevo cambio de la moneda venezolana tendrá un reducido impacto en sus cuentas.