Juanma Garate viaja hoy a Mojácar (Almería) para desarrollar durante once días la cuarta y última concentración de Rabobank para un año que para él comenzará en Mallorca, Andalucía, París Niza, Catalunya y, en función de sus alergias, Euskal Herria o Castilla León. Luego descansará para preparar en la Vuelta a Suiza el Tour.

El año pasado estuvo con los mejores en París Niza, pero éste piensa afrontarla «más tranquilo. Si tengo que estar bien en el Tour y la Vuelta eso ya es suficiente. No puedo tener tres picos de forma. No estoy para esos trotes. Hacer bien París Niza implica un esfuerzo bastante grande y volver a estar a un alto nivel otras dos veces es complicado». Además, aunque no le gusta relajarse, su buen primer año en Rabobank, le permite afrontar el segundo con más tranquilidad.

Ya se ha habituado al equipo y más tras tres concentraciones: «En octubre hicimos la primera para conocer a los nuevos. En diciembre estuvimos en dos barcos para hacer grupo y convivir todo el equipo y parte del cuadro técnico. En un sitio cerrado estás obligado a tener relación con los demás. Como no nos gusta estar en sitios cerrados y quietos se hizo duro, además no acompañó la climatología, pero es una experiencia a hacer una vez en la vida». No más. La tercera fue el pasado fin de semana en Rotter- dam para la presentación del equipo el viernes, que se aprovechó para pasar test de esfuerzos y pruebas médicas. Fue un fin de semana marcado por el anuncio de la retirada de Pedro Horrillo.

Una presentación emotiva

«Fue emotivo. Primero se presentó el equipo y luego salió él para hacer oficial su decisión, que es muy dura y, cuando se trata de un deportista más aún porque nuestra vida deportiva es corta. En su caso más si cabe porque lo deja con oferta para renovar y en contra de su voluntad porque los médicos le dicen que es difícil recuperar su máximo nivel. Es muy inteligente y maduro, y sabe tomar decisiones».

En ese momento, Garate recuerda que «me vino a la cabeza su época de Baqué en la que le conocí y cómo se va una carrera. También fue emotivo cuando vino a la concentración de octubre en un acto en el que se recorren los últimos 70 kilómetros de la Amstel con gente del banco e invitados en grupos de 20 cicloturistas. Era el primer día que andaba de nuevo en bicicleta con nosotros y fue capaz de seguir al resto. Íbamos de paseo, pero es un recorrido exigente».

El fin de semana tanto los corredores como el director Erik Breukink le animaron a acercarse a andar en bici con ellos a Mojácar y Pedro Horrillo ya comentó en su entrevista a GARA del sábado que se planteaba acercarse.