Raimundo Fitero
Agotamiento
Es una sensación, pero viendo un nuevo lunes una sesión continua de casos de «CSI», contemplando las nuevas entregas de «Bones» y situándose frente a otras propuestas similares en donde los laboratorios, el ADN, los departamentos científicos de criminalística se colocan como motores de la resolución de los casos policiales, uno diría que es un género que se está agotando. Es posible que el agotamiento sea del que mira, pero habiendo sido un incondicional, incluso de las de tendencias más reaccionarias como es el de Miami, he llegado a un punto en donde no me interesa. O me interesa tan poco que cualquier mínimo estímulo me hace darles pasaporte, dejarles, abandonarles.
Las razones son muchas, entre ellas el esquematismo, el ritual, la secuenciación tan obvia y reiterativa. Asesinato, aparición del equipo, búsqueda de pruebas, fotografías, polvitos mágicos, análisis con equipamiento de última generación, intervención del forense con sus aportaciones que dan giros a las primeras pistas más aparentemente claras y las relaciones entre unos y otros en un tono medio. Se diría que la fidelidad a su estilo ha terminado por ahogarlos, por dejarlos en un terreno muy reducido de posibilidades de evolución, y por mucho que los guionistas intenten aportar nociones nuevas, se acaba siempre en lo mismo, provocando una extraña sensación.
Nunca se sabe si ya se ha visto el capítulo o es nuevo, porque al final parece que emitan siempre un único capítulo con detalles coreográficos y ornamentales variables. Es más, en «CSI» es difícil hasta saber en qué laboratorio se encuentra uno y solamente en las cortinas de cambio con las panorámicas de la ciudad que le da apellido nos ayudan a situarnos. Siguen manteniendo su calidad, su factura, su buen hacer, pero ha pasado el tiempo, hemos visto muchos capítulos, algunos muy repetidos, y nos hemos cansado un poco. Y las audiencias así lo dicen, van de bajada, pero todavía sin dispararse las alarmas. Es una cuestión de un cansancio, no de un resentimiento. Tienen fieles seguidores con fidelidad incombustible. Y seguro que persistiendo en algún momento se encuentra con un buen capítulo, que los hay.