China anunció que ha probado con éxito un sistema de defensa aérea, que es capaz de interceptar misiles en vuelo, una demostración de sus capacidades que se produce en medio de la polémica de la venta de armas de EEUU a Taiwán.

«China ha realizado una prueba de tecnología de interceptación a mitad de trayecto de un misil disparado desde el suelo, en el interior de su territorio. El ensayo ha cumplido con sus objetivos», afirmó la agencia Xinhua el lunes por la noche.

«El test es de naturaleza defensiva y no se dirige contra ningún país», añadió Xinhua, mientras que el diario «Global Times» indicó ayer que se trataba de un logro para un país que, de este modo, se suma al restringido club de los estados que disponen de tecnología para interceptar misiles.

La pasada semana, un responsable estadounidense anunció que EEUU habían dado luz verde a la venta de sistemas antimisiles a Taiwán en el marco de un acuerdo suscrito entre los dos aliados en 2008, otorgando a Lockheed Martin el contrato para suministrar el sistema Patriot a Taiwán.

China considera que Taiwán forma parte de su territorio y que debe retornar a su control, si es preciso por la fuerza, y se opuso enérgicamente a esta venta.

El Ministerio chino de Defensa advirtió el pasado fin de semana de que se reservaba el derecho a tomar medidas, no precisadas, si Washington seguía adelante con el proyecto de venta, que calificó de «obstáculo para las relaciones chino-estadounidenses».

EEUU reconoció a Beijing en 1979 en detrimento de Taipei, pero sigue siendo el principal aliado de la isla y su más importantes suministrador de armamento.