escalada en hielo Austria
«Centercourt», lo más radical y comprometido
Los austriacos Benedikt Purner y Albert Leichtfried se llevan la primera ascensión de la vía con una propuesta de dificultad técnica de hasta WI7+. 300 metros muy continuos y de mucha precaridad. «Centercourt» se convierte en una de las líneas más duras del mundo.
Andoni ARABAOLAZA
Mientras que por estos lares las duras actividades en hielo todavía siguen sin despertar, en Austria, por ejemplo, las nuevas aportaciones siguen su curso. Informábamos hace ya un mes y medio que los alpinistas austriacos Benedikt Purner y Albert Leichtfried se hacían con la línea más larga de toda Austria: 1.000 y dificultades de WI6/M7. Pues parece ser que las condiciones para pinchar hielo en las montañas y paredes de ese país quieren seguir siendo agradecidas, y, de nuevo, los dos protagonistas de la citada línea kilométrica y dura nos ofrecen una nueva gran aportación. El pasado día 7, Purner y Leichtfried firman la primera de «Centercourt». 300 metros con largos muy mantenidos y dificultades de hasta WI7+. Es decir, esta propuesta se presenta como la más dura de Austria y de las más difíciles del mundo. Hielo muy fino y vertical en algunas secciones, protecciones del todo dudodas y técnicamente muy radical. Sí, las tres primeras tiradas son de 6+, 7+ y 6. Y las dos siguientes se relajan con 5 y 3.
Según adelanta a GARA Leichtfried, llevaban tiempo echando el ojo a la nueva línea que se encuentra cerca del valle de Gastein: «Como calentamiento escalamos `Supervisor' (270 m, WI6) en dos horas y media. Algunos dicen que es de lo más duro del mundo, pero es mentira. Sólo hay que mirar a lo que hay a su izquierda. Esa vía no está en mi particular topo 10 en términos de belleza. Tras escalar otra vía, al día siguiente nos pusimos a tope con nuestro verdadero objetivo».
La cordada se repartió cada largo. A Purner le tocó el primero de los 5 «juegos». Para abrir apetito se hizo una tirada de 6+. Por delante una placa en principio inescalable y difícil en extremo. Finalmente, con una dosis de creatividad, metiendo seguros dudosos (Specter, Pecker y camelots pequeños), Purner monta la primera reunión que, según sus propias palabras, era «para guardar en nuestro álbum de fotos».
Casi sin tiempo para respirar, Leichtfried se enfrenta al largo clave propuesto de 7+: «El hielo era extremadamente delgado y además algunas secciones no estaban pegadas a la roca. Me resultó muy difícil encontrar lugares para la protección. Luego escalé algo de hielo colgante. Parecía imposible y una caída hubiera sido fatal. En medio de ese largo me preguntaba qué había perdido realmente allí. 1-3 centímetros de hielo vertical. En ese momento me acordé de un artículo sobre la ascensión a «Angels», sobre los movimientos límites del desafío. Para moverte en tus límites, cada uno debe saber dónde están sus propias fronteras. Una caída en el paso clave hubiera sido un desastre; por ello, lo tuve que evitar a toda costa. Luché como un condenado, y, 15 minutos más tarde, pude meter un espit. Seguí superando pasos claves asegu- rándome con un tornillo que sólo pude meter 6 centímetros. Fue una hora y media de escalada muy difícil y peligrosa».
Nada igual
Tercera tirada de 6. Purner a la cabeza. El alpinista se enfrenta a unas coliflores de hielo vertical, sigue por una frágil cortina de hielo hasta toparse con un techo. El hielo sigue tan delgado que las puntas de los piolets, una sí y otra también, tocan la roca. Purner fue capaz de fijar dos tornillos y con una sólida motivación llega a la reunión.
Tras embolsarse tres tiradas radicales y muy comprometidas, a la cordada austriaca le queda un par de largos más tranquilos. Eso sí, de esos que no hay que subestimar.
Llega la hora de las conclusiones, y Leichtfried asegura que «Centercourt» es una increíble línea de tremenda dificultad: «Como de costumbre, es muy difícil ofrecer una graduación, sobre todo cuando uno entra en otra esfera de la dificultad. La verdad es que es la vía de hielo más difícil que jamás haya escalado. No puedo imaginar que haya algo más difícil que el reto que hemos superado. Físicamente sentía los antebrazos como si estuviera escalando M8/9, y sicológicamente es como escalar sin cuerda. En realidad, la vía requiere una técnica muy refinada de mixto, ya que tienes que tener la fuerza suficiente para ganchear correctamente en el hielo delgado. El más pequeño de los errores sería fatal».
Las declaraciones de Leichtfried dejan muy claro que «Centercourt» se convierte en una de las líneas de hielo más difíciles del mundo. La propuesta está realizada, y sólo cabe esperar, si las condiciones se dejan, a posibles repeticiones.
El alpinista austriaco termina su reflexión sobre la vía escalada ciñéndose de nuevo en las dos caras que ha presentado la escalada: la física y la sicológica.
«Hasta el día que hemos escalado «Centercourt», sólo había dos propuestas de WI7+. La primera es del canadiense Will Gadd, quien escaló la ruta «Second choice» en Noruega. La segunda es la abierta por mí, «Senda real», en Chile. Aunque esta última es físicamente más dura, sicológicamente es más fácil. Quizás lo más duro que he escalado hasta ahora haya sido la vía «Illuminati» (M11+, WI6+, Dolomitas). La gran diferencia que hay con esta línea es que «Centercourt» es puro hielo», afirma Leichtfried.
La nueva ruta de los austriacos cuenta con tres largos de dificultad muy mantenida: 6+, 7+ y 6. Además, se enfrentaron a secciones de hielo extremadamente fino.
Para Leichtfried, «Centercourt» es la línea de hielo más difícil que jamás haya escalado. Asegura que no quiere imaginar si hay algo más duro.
Mientras que los austriacos Purner-Leichtfried se hacían con la señalada «Centercourt», Leanne Callaghan firmaba la primera femenina de la dura línea «Neanderthal» (VII, 7, Glen Coe, Escocia). Es, quizás, hasta el momento la actividad en hielo más representativa en el panorama femenino.
Y, la verdad sea dicha, Callaghan es de esas chicas que, a pesar de no tener por aquí eco mediático, no deja a nadie indiferente. A sus 37 años, es posiblemente una de la alpinistas británicas más importantes del momento. Y es que le da al grado tanto en la roca, como en el hielo o en la escaladas alpinas en montañas.
Ya ha escalado la «Ginat» en la cara norte de Les Droites en pleno invierno, la «Shroud» en las Grandes Jorasses, el «Super Couloir» en el Tacul.... Y, cómo no, en hielo también ha demostrado un gran poderío: «Dame du Lac» (WI6) en Morzine, «Nuit Blanche» (WI6) en Argentiére... El pasado noviembre, con la noruega Lena Dahl, se embolsó algunas rutas del área del Fitz Roy. En los big-walls de Groelandia, hard-grit... Y la lista no termina ahí.
Pues bien, el pasado día 8, la alpinista se hizo con «Neanderthal», una línea de cuatro largos que se encuentra en el popular Lost Valey de Glen Coe. Abierta en 1987 por Rab Anderson y Grahame Nicoll, está graduada en la escala escocesa como VII, 7. Es decir, la típica ruta dura y comprometida que exige mucha técnica. Callaghan escaló la vía junto a Will Woodhead, pero lideró las tiradas más duras de «Neanderthal»: la segunda y la tercera.
Sin duda, la actividad realizada por la escaladora tiene su mérito, y es que encadenó los dos largos claves de la vía sin ninguna protección previa y a vista.
Uno de los aperturista de la ruta, Nicoll, ha querido felicitar a Callaghan por el encadene y por el estilo a la hora de ejecutar la escalada: «Me alegro mucho que «Neanderthal» está siendo escalada con regularidad y que se haya convertido en una clásica de Glen Coe. A nosotros nos costó dos intentos firmar la primera a esta larga ruta con los llamados terrodáctiles. Era otra época. Así mismo, visto el movimiento que hay en la ruta, aplaudo el encadenamiento de Leanne. Bien hecho». Andoni ARABAOLAZA