Todos los asuntos de este mundo tienen una justificación, pero se hace muy complicado justificar la derrota que sufrió ayer el Real Unión ante el Córdoba cuando el 3-1 estaba más cerca que el 2-3 que reflejaba el marcador al final del choque.

El guión de cada jornada se calcó una vez más en Gal. Ni las adversidades con las que los irundarras se enfrentaban al Córdoba pudieron con los jugadores de Iñaki Alonso. Y es que el técnico se vio obligado a realizar cambios en el once inicial, dando entrada a Francisco y Romo en lugar de los sancionados Goikoetxea y Aitor Sanz.

El equipo no se resintió, y tocó el balón durante prácticamente todo el partido. Al problema que suponían los cambios en el once inicial hay que añadirle varias decisiones arbitrales que pudieron cambiar el devenir del partido.

No obstante, el conjunto irundarra sacó casta e intentó sacar pecho ante su afición en uno de los partidos más importantes de la temporada hasta la fecha por la complicada situación clasificatoria en la que se encuentra.

Lo único que cambió en comparación con otras jornadas fueron los tempraneros goles al comienzo de cada parte. Ambos ayudaron al Unión a colocarse por delante en el marcador.

Así, el dominio local se tradujo en gol con la excelente ejecución de Domínguez. El centrocampista lanzó una volea con la derecha desde más de 30 metros que se coló por encima del guardameta rival tras dar en el larguero.

El tanto no hizo bajar los brazos a los irundarras. Las ocasiones se sucedían una tras otra en la portería rival, pero la falta de gol en unas y el acierto del guardameta Navas en otras dejaron sin más premio a los guipuzcoanos durante el primer tiempo.

En ese momento de dominio local, el colegiado señaló un dudoso penalti por agarrón a favor del Córdoba. Luque se encargó de ejecutarlo. Un duro mazazo, sin duda, para los locales.

En la reanudación, los tremendos pitidos de los aficionados unionistas dieron la bienvenida al colegiado.

Los guipuzcoanos tiraron del carro y a los 10 minutos lograron adelantarse de nuevo gracias a un gol con la cabeza de Eneko Romo tras centro de Brit.

La remontada de Pepe Díaz

El Unión comenzó a gustarse, e incluso realizó la jugada más bella del choque, con robo de balón en el centro del campo de Romo, varios pases al primer toque y finalización de Brit.

Pero la entrada del delantero Pepe Díaz dio alas a los andaluces. Él solo se encargó de voltear el marcador en cinco minutos al marcar un golazo parecido al de Domínguez y culminar la remontada con un cabezazo tras el saque de un córner.

Una victoria para el Córdoba, sin duda, injustificable, que hunde un poco más al conjunto irundarra. Sea cual sea el factor que no acompaña a la victoria, el Unión tendrá que buscar soluciones cuanto antes, bien sea con los nuevos fichajes o apelando a la suerte que no ha tenido hasta la fecha.