Logra un insípido punto en casa
La improvisación nunca es buena compañera
Con el empate de ayer, el Alavés se aleja siete puntos del cuarto clasificado. Semana difícil para Pereira.
ALAVES 1
LEMONA 1
Koldo AKORDARREMENTERIA
Aún sabiendo que el capital económico de un club puede ser uno de los pilares más firmes sobre los que construir un buen proyecto deportivo, no hay duda de que cuando las cosas van mal, no existe mejor aval que el que te ofrecen los resultados. Y de momento, este Alavés sigue sin dar pie con bola.
Lo cierto es que, ya fuera por amor propio o por las declaraciones de uno de los supuestos futuros accionistas en las que afirmaba que si no había ganas en los jugadores, ninguna inyección de capital aliviaría la situación del club babazorro, el Alavés comenzó el partido con una marcha más que el club vizcaino. La espectacular irrupción del fichaje de invierno Joseba Arriaga, deleitó a los aficionados con regates y jugadas individuales que hacía tiempo no se veían por tierras alavesas. El descaro del joven ermuarra se contagió a sus compañeros, y de sus botas llegaron las mejores opciones del cuadro gasteiztarra en el primer tiempo. Ya en el minuto siete, una jugada individual del joven delantero babazorro puso en pie a Mendizorrotza, que casi cantaba el gol.
Un cuarto de hora más tarde, el mismo Arriaga estrellaba un balón contra el travesaño, y en el treinta, fruto del dinamismo de todos los jugadores, Ruano, que robó un balón en la zaga, dio un pase largo a Igor Martínez, que tras una gran carrera no tuvo más que hacerle una pequeña vaselina al guardameta lemoarra Alcalde, para sumar el primer tanto al casillero babazorro.
Aitor Larrazabal, un viejo conocido en el fútbol vasco, y ahora al mando de la nave del conjunto cementero, reaccionó y dio entrada en el campo a Gallo y Amézaga, para afilar más su puntería ofensiva. Nada más llegar el cambio, Solaun empató el partido con un bonito remate.
Incomprensiblemente, Pereira se quedó sin ningún cambio natural para Dani Bouzas en la medular, quien dejó el campo aquejado por un golpe. Y así las cosas, el Lemona se hizo con las llaves del partido, aprovechó el enorme hueco que dejó el equipo local en el centro del campo, y se lanzó en tromba a por el partido sin ningún complejo. Al final, una parte para cada equipo, y reparto de puntos que satisface a unos y no tanto a otros. Y mientras, el Alavés se sitúa ya a siete puntos del cuarto clasificado ¯Palencia, con 38¯, aunque tenga un partido pendiente.