La dirección de General Motors Europa anunció ayer el cierre de su fábrica de Opel en Amberes, lo que supondrá el despido de más de 2.600 trabajadores de la factoría.

El consejero delegado de GM Europa, Nick Reilly, anunció que la empresa no cerrará otras fábricas en Europa y confirmó expresamente la continuidad de la planta de Figueruelas (Zaragoza), aunque precisó que siguen en pie los planes de despido de 900 de los más de 7.000 trabajadores de esa fábrica.

El cierre forma parte del proceso de reestructuración de la compañía. Sobre la decisión, Reilly dijo que «no ha sido tomada a la ligera y es el resultado de la realidad económica actual».

«Para asegurar la viabilidad a largo plazo de la empresa, Opel necesita reducir su capacidad aproximadamente en un 20%», recalcó Reilly, quien aseguró que la dirección es consciente del «impacto» que el cierre tendrá en los trabajadores y sus familias. «Muchos de entre ellos han sido fieles a la fábrica desde hace varias generaciones y han hecho siempre un excelente trabajo produciendo coches de gran calidad», reconoció.

GM espera que el mercado de Europa Occidental cierre 2010 con unas ventas de 1,5 millones de automóviles menos que en 2009, y cuatro millones menos que su momento culminante de 2007.

La empresa indicó que el cierre se realizará de forma progresiva durante 2010, aunque fuentes sindicales apuntaron que la clausura de la fábrica se prevé para finales de junio.

GM Europa añadió que el plan de reestructuración de la empresa afectará a todas las plantas en Europa, con reducciones de capacidad de producción y de plantilla, así como con recortes salariales.