Demasiado buenos e interesantes como despistar que los californianos Cracker nos visitan este próximo jueves. Su aspecto global de sonido surge del rock de raíces, del rock que parte de los sesenta y crece por los setenta. Con las guitarras presentes y las armonías vocales a redondear la composición.

La paradoja de sus inicios es que su líder, David Lowery, lideró durante los años 80 la banda alternativa Camper Van Beethoven, encuentro de sonoridades diversas y alejadas de los acordes y formas habituales. David debió de cansarse de viajar a contracorriente o huyendo de las melodías, porque desde que montara Cracker su destino ha estado ligado a las melodías pegajosas, al power pop, el country más rockero, a los juegos de guitarra de canal a canal. David Lowery, comenta: «Nos tomamos la creación y composición de estas canciones como un curro en una oficina. Íbamos al local juntos, cada uno con su parte trabajada y preparada y juntos Íbamos dándoles forma. Sentíamos el tic tac del reloj, teníamos una hora de entrada y salida, y ha funcionado mejor que si fuéramos oficinistas. Nada de estar en una isla del caribe esperando la inspiración. En realidad, tampoco teníamos el dinero para hacerlo».

Alguien podríá argumentar también que «Show me how this thing works», la hubiesen podido cantar los Clash o que «Turn on tune in drop out with me» y «Hey bret (you know what time it is) caben en el sobrio estilo de John Mellecamp o que, más de un corte, recuerda a los viejos Stones. Curiosamente escuchar «Friends» es como oír a los bizkaitarras Audience, no hay diferencias ni de estilo ni de calidad. Y «Darling one» puede sugerir al mejor Petty y sus Heartbreakers.