Eduardo Febbro 2010/1/29
Revés para Sarko, De Villepin fue absuelto
Página/12
(...) Dominique de Villepin, heredó el triunfo que le estaba destinado al presidente francés: el Tribunal Correccional de París lo descargó de toda culpabilidad en el caso conocido como Clearstream, un montaje urdido para que Sarkozy y otros hombres políticos aparecieran en listas de personas que supuestamente tenían cuentas bancarias abiertas en la empresa luxemburguesa Clearstream.
El veredicto significa una derrota personal para Sarkozy, ya que el jefe del Estado era una de las partes querellantes en este escándalo que sacudió el corazón de la clase política francesa durante varios años y expuso en la plaza pública la rivalidad feroz entre los dos hombres.
(...) situándose en el horizonte de las elecciones presidenciales de 2012, De Villepin dijo dos cosas concretas. Una: «Quiero mirar hacia el futuro para servir a los franceses». Dos: «Necesitamos otras ideas, otras propuestas, es en ese terreno donde quiero ubicarme».
(...) El denso contenido del escándalo Clearstream, sus ingredientes de complot, odio, mentiras y traiciones quedan atrás con la identidad y las funciones que cumplieron los protagonistas. Cartas anónimas, jueces que negocian en secreto con los denunciantes, generales de los servicios secretos que guardan notas personales en su computadora, periodistas inescrupulosos, alcahuetes y manipuladores, matemáticos de alto vuelo que se dedican a alterar las informaciones de CD bancarios, toda esta corte se queda detrás del telón para dejar a Dominique de Villepin con un estatuto inédito: ser, tal vez, el único hombre político que, en la Francia de hoy, puede representar un peligro para Nicolas Sarkozy.
Con cierta ironía se podría pensar que, con una oposición socialista sin crédito, el brazo opositor surgió a la derecha. «Estoy aquí por la voluntad de un hombre, estoy aquí por el ensañamiento de un hombre, Nicolas Sarkozy, que es también presidente de la República. Saldré libre y limpio en nombre del pueblo francés», había dicho el ex jefe del Ejecutivo cuando, el año pasado, se presentó ante la Justicia. Y así salió.
La virulencia del caso Clearstream no destruyó a De Villepin. Al contrario, lo mantuvo como actor central en los medios. La sentencia, ahora, hizo de él un actor limpio con una potencia de fuego que nadie posee frente a la habilidad de Sarkozy. Hoy (por ayer) nace la oposición, decían con humor algunos comentaristas políticos.
(...) Para la opinión pública francesa es el hombre que se opuso a la guerra de Irak. Tal vez el ex jefe de gobierno siga los pasos de Sarkozy y haga de los medios sus mejores aliados del futuro