Barbieri nació y murió en Madrid y colmó su entrega a la música enalteciendo a su ciudad natal, creando con esta obra, “El Barberillo de Lavapies”, un género intermedio entre la ópera y el musical,  la zarzuela castiza y popular, que otros siguieron después de él.

Una presentación escénica de cuadros, motos y escalones para abigarrar a un coro movido y en acción sandunguera.

Se encarna en distintos planos la realidad de los amores: plebeyos unos, nobles otros, pero ayudados por los anteriores en plena libertad, y con gusto.

Lamparilla, el barbero, consigue electrizar, con su don saleroso y modales, embaucando a un público ansioso de costumbrismo.

La lozana mezzo, costurera a la sazón, Paloma, la cual suelta y desgarrada se aparea con él con suma facilidad. En el fondo del cuadro, resaltan los nobles con sus ansias amorosas, tanto la marquesita Estrella, como D. Luis (tenor) y D. Juan (barítono), enenmigos políticos en el momento.

Se trenzan en distintos planos esos requerimientos y, en medio de una trifulca policial, en ambos planos se exponen los deseos del barbero Lamparilla de oponerse a cualquier gobierno. Este deseo popular se mezcla con las intrigas palaciegas del reinado de Carlos III, que se traslucen en embrrollo adulterado.

Resalta la coreografía dieciochesca bailada en varios planos. El coro, tanto mixto como de blancas, apañado a la actual convivencia, bien preparado y dirigido. Preeminente, sobre todo, el aire fresco y juvenil del barbero junto a la costurera Paloma, buena cantante y mejor actriz. Los cantantes líricos brillaron en menor disposición y, entre rondalla y bandurrias, amenizaron el jolgorio madrileño recreado después del triunfo político y libertario final.

La música de Barbieri polifacético se advierte desde el inicio con la presentación de Lamparilla y académicamente nutrido se descubre en ella la polifonía, el vals, seguidillas airosas, coros con nervio, preludio orquestal impetuoso, ágil desarrollo melódico y aire de jota que se encuentran en esta obra. Aplausos sin cuento de un ansioso público cerraron la noche.