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Liga ACB

Los duelos de a partir de ahora sí que van a ser finales

Después de una buena primera mitad, los hombres de Katsikaris se vinieron abajo en los dos últimos cuartos. Los fuenlabreños se rehicieron y ganaron a base de triples y de la fuerza en la zona de Batista.

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FUENLABRADA 85

BIZKAIA BILBAO BASKET 72

Arnaitz GORRITI

Nueva derrota y conato de tangana al final del partido entre Hervelle y Sandes. Pues si el choque de ayer era una «final» según Fotis Katsikaris, desde luego que a partir de ahora van a sobrar las comillas. El Fuenlabrada echó mano de sus «tiradores de élite» -y de no élite, ya que hasta siete jugadores del cuadro local clavaron algún lanzamiento de tres- para asestar una puñalada dolorosa a los hombres de negro. La salvación sigue -y seguirá, afortunadamente- a dos victorias, pero además el Fuenlabrada ganaba el average a Bilbao Basket.

El partido tuvo dos partes claramente diferenciadas. Por un lado, la primera mitad, en el que los hombres de negro llevaron la iniciativa en el marcador, gracias a la fluidez anotadora más que la defensa, con jugadores como Blums o Banic tirando del carro y respondiendo a los envites del dúo Fitch-Burstein.

Pero las cosas cambiaron en la segunda mitad. La defensa, esa banca, madre de cualquier propuesta de seguridad y confort, sucumbió a los «negocios de renta variable» de los de Salva Maldonado, que sumado a las clavijas más prietas en la retaguardia fuenlabreña, quebraron las posibilidades vizcainas.

Fragilidad

Las cosas se torcieron tras el descanso -el propio Katsikaris se reprocharía el mal arranque tras el receso-, pero es que Bizkaia Bilbao Basket mostró una alarmante fragilidad y falta de entereza.

Batista, que regresaba tras una lesión, se adueñaba de la zona mientras Katsikaris atornillaba en el banco a un Moiso que de ser llamado como piedra angular del equipo está pasando a ser símbolo de una temporada para olvidar, al menos en liga. Contrastada la capacidad reboteadora del uruguayo, los madrileños no dudaron en aventurarse desde la larga distancia, confiados en poder seguir atacando incluso tras fallo. Apenas hubo reacción por parte vizcaina, sino chispazos individuales.

Con el partido casi perdido, el técnico bilbaino se la jugó «rescatando» de las catacumbas a Paco Vázquez y con una defensa zonal que, paradójicamente -ya que las zonas suelen permitir los lanzamientos lejanos y los rebotes en ataque, al menos sobre el papel- surtió efecto hasta el punto de que a falta de minuto y medio el choque aún estaba en el aire: 77-72.

Pero Laviña deshizo el conjuro con un triple y el minuto restante no fue sino un muestrario de impotencia que terminó con técnica a Vázquez y la versión macarra de Hervelle. Ahora, a «descansar» en la Eurocup.

Colapso en ataque y en defensa

Lógicamente decaído, Fotis Katsikaris desgranó los males de su equipo y sacó ciertas curiosas conclusiones. «La defensa te da la confianza para el ataque, pero también es cierto que no tenemos tiradores», por ejemplo.

«No me ha gustado nada el último minuto antes del descanso, cuando íbamos siete arriba y con dos faltas por hacer para controlar el juego y el inicio del tercero, que ha sido un desastre. No pudimos defenderlos de ninguna forma, y sabíamos que Fuenlabrada es de los que sale fuerte del vestuario. En ataque hemos fallado mucho, sin paciencia, cosa que nos ha minado psicológicamente. Hemos hecho un esfuerzo con una zona, pero algunas decisiones en ataque nos han hecho acabar como hemos acabado. Tenemos que estudiar nuestros errores y estar más concentrados en los detalles, que son muy importantes», resumió.

Sorprendentemente, también asumió el «juego libre» -eufemismo de anárquico- de los suyos en los últimos minutos a lo que añadió que «no hay tiempo para pensar que estamos cansados, pero en la segunda parte nos faltó algo de gasolina».A. G.

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