Davos sondea a los bancos a puerta cerrada sobre la regulación del sector
De los contactos a puerta cerrada entre banqueros, reguladores financieros y responsables políticos ha trascendido que la regulación del sistema financiero se pondrá en marcha guste o no, aunque sin detallar qué medidas se articularán. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, sólo avanzó que la actuación deberá ser coordinada y que la supervisión correrá a cargo de cada Estado.
GARA
Destacados banqueros, reguladores financieros y responsables políticos mantuvieron ayer una reunión a puerta cerrada en Davos, centrada en la crisis financiera y en la reforma del sistema bancario que quieren impulsar algunos gobiernos para evitar futuros riesgos.
Participaron el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet; la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde; el presidente del banco HSBC, Stephen Green, y varios ministros de Finanzas, según trascendió. En el encuentro, de carácter informal, habrían intercambiado puntos de vista sobre la mencionada reforma, con el fin de sondear las posiciones de unos y otros.
Durante esta semana en el Foro de Davos se han escuchado voces defendiendo la reforma del sistema financiero, empezando por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en su discurso de inauguración, y pidiendo mayor responsabilidad a los bancos, a los que acusan de haber puesto la economía al borde del colapso.
Los banqueros no han ocultado su temor y reticencia ante los planes, pero en contra de lo que se esperaba, no ha llegado la sangre al río y no ha habido enfrentamientos fuertes.
Otros participantes en la reunión dijeron que se trató también sobre algunas propuestas para crear un fondo para gestionar quiebras bancarias.
El consejero delegado del Deutsche Bank, Josef Ackermann, dijo hoy al «Financial Times» que aboga por un fondo europeo de rescate para «ayudar a resolver el problema de los bancos demasiado grandes para quebrar», con capital de los propios bancos.
De otro lado, en un debate sobre las perspectivas económicas globales para 2010 del Foro Económico Mundial, el director gerente del organismo, Dominique Strauss-Kahn, dijo que se está produciendo una vuelta al crecimiento más pronto de lo que se esperaba, pero todavía frágil. Pronosticó que la recuperación será «asimétrica» y recomendó una reforma financiera coordinada y con más aceleración.
A supervisar por cada estado
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, hizo hincapié en que las reformas en el sistema son necesarias para evitar crisis como la actual. Añadió que están en marcha una serie de reformas en Europa, donde la supervisión financiera pese a la existencia de la Unión Europea y el mercado común es nacional, para mejorar la coordinación entre supervisores.
«No nos podemos permitir dos veces tener que hacer frente a una crisis financiera como la que tuvimos», subrayó Trichet, quien destacó los progresos que han hecho el G-20, el Consejo de Estabilidad Financiera y el Comité de Basilea en la gestación de la nueva regulación para reformar el sistema financiero.
Algunos expertos consideraron en Davos que la posibilidad de llevar a cabo reformas en el sistema está condicionada, ya que perjudicaría uno de los pilares económicos de EEUU, que será el que tenga la voz cantante al diseñar las medidas.
Por su parte, el consejero delegado del banco alemán Deutsche Bank, Josef Ackermann, advirtió de que los mercados muestran nerviosismo de nuevo y que la amenaza incluye los precios de los activos y los carry trades (tomar prestado dinero en la divisa de una zona económica con bajos tipos de interés e invertirlo en otra con retornos más elevados).
El asesor económico del presidente estadounidense, Lawrence Summers, señaló que «lo que vemos en EEUU, y quizá en otros países, es una recuperación económica estadística y una recesión humana».
Mientras alrededor de 1.400 altos cargos de las mil empresas más importantes el mundo, entre las que se encuentran Google, Coca-Cola, Volkswagen o ArcelorMittal, sin contar a los representantes gubernamentales, asisten a las reuniones del Foro de Davos, miles de voces han organizado un amplio programa de movilizaciones anti-Davos, que arrancaron el pasado sábado con una manifestación en Lucerna bajo el lema «Suprimir el Foro Económico por una sociedad solidaria».
Entre otras iniciativas, la Declaración de Berna y Greenpeace Suiza otorgan el «Public Eye Award», premio anual a las empresas públicas o privadas del mundo que hayan tenido el comportamiento más irresponsable y entre las candidatas de esta edición están el Banco Royal de Canadá, ArcelorMittal, la empresa metalúrgica más importante del mundo, la agencia Farner de Zürich, que atacó el movimiento contra la exportación de armas y el Comité Olímpico Mundial, «organizado como un verdadero holding empresarial con medios financieros de gran envergadura a su disposición».
Este fin de semana, recta final del foro, dos movilizaciones han tenido lugar en Basilea y en el mismo Davos, en este caso siguiendo el llamamiento de los partidos socialista y verde.
Además, prosigue el debate en el seno del «Otro Davos», que arrancó con una videoconferencia del intelectual norteamericano Noam Chomsky. La solidaridad internacional activa, las inmigraciones en el mundo y en particular en Europa y las reivindicaciones y la lucha sindical ocupan los debates de este otro foro.
Entidades como Deutsche Bank abogan por un fondo europeo de rescate para resolver «el problema de los bancos demasiado grandes para quebrar», a partir de fondos de los propios bancos.
