Este titular no se corresponde con la realidad, aunque estoy seguro de que serviría para encabezar la información sobre una hipotética consulta a la ciudadanía navarra sobre si prefiere que esa cantidad se destine al servicio de salud o a las obras del tren de alta velocidad; el Gobierno de UPN ha optado por la segunda opción. Siguiendo ese esquema, Osakidetza se podría beneficiar de los más de 500 millones de euros presupuestados en 2009 por el Ejecutivo de Lakua para acometer las obras en territorio guipuzcoano. Y en Ipar Euskal Herria tampoco andan sobrados en materia sanitaria, mientras que la oposición a la línea de gran velocidad cuenta ya con el respaldo de un significativo número de representantes institucionales.

En total, disponer de un TAV que cruce todo el territorio vasco -desde Castejón, Bilbo y Gasteiz hasta Baiona pasando por Iruñea y Donostia- nos puede salir por más de 5.000 millones de euros; una cifra puramente economicista al que habría que sumar su coste social. Es en este último concepto donde hay que poner el foco para desmontar el argumento más simple, pero muy efectivo, que suelen utilizar quienes defienden ese tipo de infraestructuras: «Eso es demagogia». No es cierto: elegir en qué nos gastamos unos presupuestos que se nutren básicamente de las aportaciones de la ciudadanía vía impuestos -directos, indirectos y camuflados- es una facultad que no puede estar reservada a una élite, aunque ésta haya sido elegida en las urnas e incluso si esas elecciones se hubieran realizado sin pucherazos legales.

Si mañana no hay dinero suficiente en las arcas públicas para cubrir todas nuestras necesidades sanitarias, no podrá achacarse a la falta de ingresos, sino al reparto que se ha hecho de esos fondos. Por eso, hoy debemos desenmascarar a quienes prefieren, por ejemplo, contar con una línea ferroviaria más rápida antes que construir el mejor sistema sanitario del mundo. ¿O es que no podemos alcanzar niveles de excelencia en sanidad o en educación, pero sí podemos hacerlo en transportes de lujo y edificios emblemáticos?