Ahaztuak 1936-1977, al igual que una mayoría de ciudadanos de Hego Euskal Herria, considera que no es permisible que más de 30 años después de la Reforma en el Estado español existan distinciones oficiales y simbología que ensalza y glorifica el régimen de Franco. Por ello, iniciará una campaña de recogida de apoyos para forzar a los responsables políticos en diferentes administraciones públicas a que acaben con esa apología del franquismo.

Entre sus primeros objetivos, la retirada «irrenunciable e inmediata» de los escudos fascistas que presiden las sedes de la Hacienda española en la plaza Moyúa y en el edificio central de Correos en Bilbo. También exigen al alcalde de la capital vizcaina, quien tiene competencias, que se retire el nombre de Rafael Sánchez Mazas, ideólogo y dirigente de Falange, a un paseo, sustituyéndolo por el de su hijo, Rafael Chicho Sánchez Ferlosio, «intelectual, compositor y cantautor de conocida y renombrada trayectoria antifascista».

En Santurtzi reivindican la desaparición de la calle Capital Mendizabal para que pase a denominarse Norma Mentxaka, en honor a una víctima de los grupos parapoliciales en 1976. En Plentzia, solicitan que se le quite la medalla de oro de la villa al ministro franquista del Aire José Daniel Lacalle Larraga.

En esta localidad y en Barakaldo demandan que, de una vez, desaparezcan los retratos de los alcaldes franquistas. En Iruñea, por ejemplo, reclaman la desaparición de la plaza del Conde Rodezno y en Gasteiz, que se actúe para que las inscripciones fascistas y el escudo imperial dejen de estar en el interior de la catedral de Santa María.