El presidente de Adegi, Eduardo Zubiaurre, sostuvo ayer en el «Forum Europa. Tribuna Euskadi» que la reforma laboral esbozada por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tiene «algunos elementos positivos», pero añadió que es «claramente insuficiente». Pidió aplicar la flexibilidad no sólo a la jornada de trabajo, sino a los salarios, y defendió la necesidad de mirar a países como Dinamarca, Holanda, Austria y Suecia para apostar por la «flexiseguridad».

Zubiaurre se asombró de que Alemania «con caídas menores de actividad» destruyera menos empleo en 2009 que el Estado español. Entre otras muchas razones, en ese país puntero de la UE la precariedad laboral es muy baja, los salarios son un 40% superiores a los de Hego Euskal Herria y las garantías sociales están más asentadas.

Mercado laboral rígido

El presidente de la patronal guipuzcoana valoró, en este caso, que «por si fueran pocos los negativos efectos en el empleo, la ineficacia de nuestro mercado laboral desincentiva la rotación, merma la productividad y reduce la inversión en formación por parte de las empresas como consecuencia de la alta tasa de temporalidad».

A Zubiaurre se le olvidó expresar que la temporalidad no la imponen los trabajadores, sino que los empresarios que contratan por esa vía, que les supone una elevada flexibilidad laboral y un coste inferior en los salarios. Que el Estado español esté a la cabeza de los estados que más empleo destruyen es «un síntoma claro de que nuestro mercado laboral no funciona, porque es rígido, dual e ineficiente», según apuntó.

En este caso, recordó que Gipuzkoa perdió en 2009 un total de 8.400 empleos, situándose la tasa de paro en el 11%, «ligeramente por encima de la media europea», a la vez que reconoció que 2010 no ha empezado bien porque han ingresado 2.400 personas más en el paro. «Los ajustes en el empleo aún no han terminado», precisó. En este sentido, explicó que un 24% de las empresas guipuzcoanas asegura que «tiene un exceso de plantilla» y «un 65% mantendrá el empleo en los niveles actuales y un 10% indica que aumentará sus plantillas».

Flexibilidad total

Para Zubiaurre, el mercado laboral debe combinar tres ejes de actuación: «una contratación más flexible, una mayor flexibilidad de adaptación de horarios y movilidad laboral funcional y geográfica superando las rigideces de los convenios colectivos».

Se refirió a la actual legislación laboral y articulación de la negociación colectiva, sobre las que dijo que no permiten a las empresas adaptarse a los nuevos retos, que serán imprescindibles cuando pase la crisis». Hizo referencia a que en este momento la negociación colectiva en Gipuzkoa está en plena ebullición con dos convenios «emblemáticos», como son el del Metal y el de la Construcción y consideró que «a la vista de las propuestas sindicales de reducciones de jornada hasta cien horas, peticiones de incrementos salariales de cinco veces superiores al IPC, acompañadas de eslóganes al uso sobre la maldad y codicia de los empresarios, el tejido productivo guipuzcoano lo va a tener muy difícil». Añadió que esas propuestas sindicales «se descalifican por sí mismas» y dijo que «la situación no se resuelve con eslóganes que pueden valer para una pancarta o una manifestación, pero no para competir. Y es ahí donde nos jugamos el futuro en el que las empresas deben ser más flexibles», terminó.