Amedida que se acerca la fecha, el 14 de marzo, se incrementa el número de localidades que paulatinamente se van sumando a la celebración de la consulta organizada por Batera en Ipar Euskal Herria. Son ya 95 de un total de 159 los municipios que, coincidiendo con las elecciones regionales, preguntarán a sus ciudadanos si son favorables a la creación de una «colectividad territorial» en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. Diversos son los factores que han influido en la excelente acogida que está cosechando la iniciativa, pero quizá uno de las más destacables sea precisamente el nuevo enfoque de la consulta. Si hasta ahora la apuesta de Batera se había centrado en la creación de un departamento vasco, la inminente reforma institucional prevista por Sarkozy amenazaba con cerrar definitivamente esa vía y ha propiciado la nueva orientación, acaso más abierta, que ha tenido la virtud de aglutinar a un mayor número de sectores.

Tampoco cabe desestimar el efecto de la campaña desarrollada por el prefecto de los Pirineos Atlánticos, Philippe Rey, que ha advertido por carta a los alcaldes sobre la hipotética ilegalidad que supondría el desarrollo de la consulta, en un intento desesperado por frenarla a toda costa. El resultado ha sido justamente el contrario al esperado por Rey, y la iniciativa crece ahora con más salud que nunca.