La polémica se inició cuando «Diario de Navarra» publicó un supuesto informe policial en el que acusaba a Ikasle Abertzaleak de «hechos vandálicos» cometidos en la Universidad Pública de Navarra. Lo hizo suyo UPN y montaron un guirigay tras el que muchos han visto un intento descarado de desacreditar a la UPNA en claro beneficio de la Universidad del Opus Dei.

Al final la cosa terminó en el Parlamento y ayer «Diario de Navarra» se esmeraba en su editorial para mantener el tipo: «La comparecencia del rector de la Universidad Pública de Navarra llegó precedida del ruido, en parte interesado, que levantó un informe sobre incidentes achacados al colectivo Ikasle Abertzaleak. El enredo político sobre la autoría del informe desvió la atención, que debió centrarse en los citados incidentes, pero lo cierto es que existía un problema de la UPNA que era preciso resolver. Nadie manda a sus hijos a la Universidad para que se vean envueltos en incidentes y pierdan el tiempo que deben dedicar a su formación, y nadie tiene derecho a cercenar esa labor de enseñanza para esgrimir, por la fuerza y con violencia, sus ideas políticas». A eso se le llama «sostenella y no enmendalla», ¿no estoy en lo cierto?

Y desde «Diario de Noticias» le zurraban la badana porque «la intervención de Lafuente dejó en evidencia una utilización partidista, desmesurada, injusta y falaz de los informes de incidencias elaborados por la seguridad privada de la UPNA por parte de UPN con la intención de trasladar a la opinión pública una imagen irreal de violencia y desgobierno que nada tiene que ver con la realidad cotidiana de convivencia y estudio que comparten miles de alumnos y alumnas».

Y a continuación desnudaba el presunto informe con el que pretendían criminalizar a Ikasle Abertzaleak: «El informe se atribuyó falsa e interesadamente al ámbito policial -todos los Cuerpos de Seguridad en Navarra negaron relación alguna con su autoría-». El truco era bonito: acosar a los estudiantes abertzales y, de paso, hacerle un favorcito a los de San Josemaría. ¡Mira que pueden llegar a ser cutres!