Dos candidatos al lateral zurdo
Una posición sin dueño
Koikili y Castillo se reparten la presencia en el lateral izquierdo de manera casi ecuánime. El jugador de Otxandio es habitual en Liga, pero sólo ha disputado un minuto en competición europea.
Amaia U. LASAGABASTER
Suele ser buena señal que el aficionado recite de carrerilla una alineación. Cuando un entrenador repite once con asiduidad suele significar que el rendimiento de éste es bueno.
No es difícil cantar el Athletic de esta temporada, con bastantes jugadores inamovibles desde que se dio el banderazo de salida y otros que han aprovechado su oportunidad -San José o Gurpegi-, coincidiendo con los mejores momentos del equipo. Casi todos los puestos tienen dueño, salvo la banda izquierda en general -con Susaeta, cuando no pugna con Gurpegi o Toquero, haciéndolo con Yeste- y el lateral en particular. Al llegar a ese punto, el recitador tendrá que tirar de sus preferencias, porque las del entrenador, a tenor del reparto de los minutos, no están nada claras. O Koikili y Castillo le gustan mucho y por igual, o no le acaba de convencer ninguno de los dos, porque ambos se reparten su presencia en el once de manera casi ecuánime.
Entre todas las competiciones, han sido 22 partidos y 1.708 minutos para el de Durango y 18 partidos y 1.317 minutos para el de Otxandio, aunque parece que éste -pese a que Castillo recuperó la titularidad frente al Xerez- ha cogido la ola buena. Curiosamente, cada uno se ha especializado en una competición: Koikili es el hombre de la Liga -también fue mayor su participación en los partidos de Copa y Supercopa- y Xabi Castillo el de la Europa League, torneo en el que su compañero apenas ha disputado un minuto.
Tres años, cuatro fichajes
Esos vaivenes en el puesto no son nuevos. Desde que Aitor Larrazabal y Asier del Horno protagonizaran la última transición natural, al entrenador de turno le ha costado encontrar a «su» hombre. Tanto, que en las tres últimas temporadas han llegado al Athletic cuatro candidatos al puesto.
Con la marcha de Del Horno en 2005, Javi Casas, que había debutado esa temporada, se convirtió en el lateral titular. También en uno de los blancos habituales de las iras durante las dos campañas en las que actuó con asiduidad. Las oportunidades se le acabaron en 2007, cuando el Athletic realizó un fichaje atípico por edad y procedencia: Koikili Lertxundi llegaba con 27 años y del River.
Aunque se repescó, por medio de una cesión, a Del Horno, el de Otxandio no tuvo rival en esa primera campaña. Con Casas sin ficha y en blanco y el gallartino muy por debajo de las prestaciones que había ofrecido en su primera etapa como rojiblanco, Koikili lo jugó casi todo.
También salió a flote un año después. Con Del Horno de vuelta en Valencia y Javi Casas definitivamente descartado -acabó siendo cedido en el mercado invernal-, el nuevo rival de Koikili llegó de la Real. Y con ganas de pelea porque Mikel Balenziaga fue el elegido de inicio por Joaquín Caparrós. Hasta que desapareció de las alineaciones para que Koikili acabara de nuevo la temporada aferrado a su puesto en el once.
Esta tercera temporada como rojiblanco está teniendo que defenderlo ante otro fichaje. Con Balenziaga cedido en el Numancia, otro exrealista, Xabi Castillo, llegó a Bilbo con la objetivo de dar estabilidad al puesto. Y como sucediera un año antes, lo consiguió..., hasta que dejó de hacerlo. Porque Koikili seguía ahí y no desaprovechó la opción de recuperar plaza.
Y ahí sigue, tres fichajes y tres millones después -las operaciones de Del Horno, Balenziaga y Castillo salieron a millón por cabeza-, con la esperanza de demostrar que el puesto, en realidad, sí tiene dueño.
En su primer año como rojiblanco, Koikili compitió por el puesto con Casas y Del Horno. La pasada temporada se las tuvo que ver con Mikel Balenziaga y esta campaña es Xabi Castillo el que le disputa la titularidad.
Poco se pudo ver ayer de los planes de Joaquín Caparrós para El Madrigal, porque la nieve que cubría los campos de Lezama obligó a trasladar el entrenamiento al pabellón cerrado. Sin embargo, el ensayo de la víspera permite augurar que el técnico podría introducir algún cambio, pensando también en el compromiso europeo del próximo jueves.
Uno de los afectados sería Toquero, que podría dejar su puesto en el once a Óscar de Marcos. El gasteiztarra, ni confirma ni desmiente, pero entiende la política de rotaciones, aunque preferiría «descansar en junio». «Si juega Óscar, lo hará perfectamente», añadió el jugador, convencido de que Caparrós «sí hará rotaciones. No creo que once jugadores puedan jugar todos los partidos. En este equipo hay gente suficiente como para hacer rotaciones y, además, se han conseguido buenos resultados haciéndolas», recordó.
En lo que respecta al choque del domingo, los bilbainos confían en reencontrarse con el triunfo como visitantes para «quitar el mal sabor de boca» que dejó el choque de Cornellá y sobre todo porque, en opinión de Iraola, «a día de hoy», y pese a la pobre temporada que está protagonizando, «el Villarreal es un rival directo» del Athletic en la pelea por la clasificación europea.
Para meter otros tres puntos de diferencia al equipo castellonense y dejar sentenciado el golaverage -se ganó en San Mamés-, el usurbildarra considera clave hacerse con la posesión ante un rival que «juega mucho por dentro» y cuyos jugadores «se mueven mucho e intercambian sus posiciones constantemente».
GARA
No hubo sorpresa y el Atlético de Madrid, que contaba con el 4-0 de ventaja logrado en la ida, se clasificó para jugar la final de Copa frente al Sevilla. Aunque un gol en propia puerta de Valera en el minuto dos de partido hizo soñar con la remontada a los jugadores y aficionados del Racing, otro tanto en propia meta de Moratón seis minutos después cortó las aspiraciones de los santanderinos. En la segunda mitad, Jurado adelantó a los madrileños, pero Xisco y Tchité dieron la vuelta al marcador (3-2).
