La Convención Política de EB celebró ayer una larga reunión, de seis horas, en la que se repasó la trayectoria de la formación en los últimos tiempos, como había pedido su actual coordinador, Mikel Arana. El fruto fue una ponencia que no tuvo votos en contra y sólo una abstención, y en la que se anuncia una etapa enfocada al «fortalecimiento de una izquierda social anticapitalista, republicana y federal, capaz de conectar con las demandas y necesidades de la ciudadanía vasca».

Para ello, EB descarta los pactos globales con otros partidos, pero sí abre la puerta a «acuerdos puntuales con fuerzas políticas y sociales, basados en programas izquierdistas».

En el análisis se valora positivamente la labor desarrollada en el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales de Lakua, pero se reconoce al mismo tiempo que la presencia en el tripartito de Ibarretxe «condicionó» algunas propuestas políticas de EB. Se considera que el bajón electoral estuvo propiciado por factores como «el debilitamiento de identidad co- mo formación de izquierdas alternativa y transformadora» o «la identificación en la defensa del derecho a decidir desde la óptica nacionalista».