En una extensa carta enviada al comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, Freddy Padilla, el jefe militar de las FARC declinó la invitación de éste a desmovilizarse y afirmó que nunca dejará la guerrilla.

«Qué poco nos conoce señor Padilla: con toda sinceridad, sin odios ni resentimientos y con el respeto que todo revolucionario profesa por sus adversarios, le respondo: No, muchas gracias, general. Con la honestidad que corresponde a nuestro compromiso con el cambio social y la lealtad que le debemos a nuestro pueblo, le aseguramos que no vamos a desistir después de más de 40 años de lucha, ni a aceptar una falsa paz», resaltó.

«Dicha paz entendida como rendición o entrega es una fantasía de la oligarquía y sólo sería un crimen de lesa traición al pueblo», añadió.

Mono Jojoy -cuyo verdadero nombre es Víctor Julio Suárez Rojas- incidió en la inviolabilidad de la integridad ideológica de las FARC y reiteró que no cesará en su lucha por «derrocar este régimen podrido de oligarquías y construir otro orden social, o por alcanzar acuerdos que ayuden a construir una patria en donde quepamos todos».

Sobre el acuerdo militar con EEUU, consideró que «así sea prolongado en el tiempo, es efímero. De seguro que el pueblo o la justicia internacional, le irá a reclamar su responsabilidad como comandante de las Fuerzas Armadas en los crímenes de lesa humanidad contra nuestro pueblo, hipócritamente llamados `falsos positivos'», denominación que reciben en Colombia las ejecuciones extrajudiciales de civiles presentados como guerrilleros muertos en combate. Asimismo, culpó a Pradilla del «florecimiento y extensión del paramilitarismo tras su paso por la comandancia de la Segunda División del Ejército».

El líder guerrillero invitó a los militares e integrantes de la Fuerza Pública a «trabajar por la formación de un ejército bolivariano patriótico, que no vuelva las armas contra sus conciudadanos, integrado a las luchas populares y que trabaje en beneficio de alcanzar la paz».

Por otra parte, la senadora Piedad Córdoba advirtió que para hacerse efectiva la entrega de los militares Pablo Moncayo y Josué Daniel Calvo, y de los restos del mayor Julián Ernesto Guevara, en manos de las FARC, es necesario suspender los sobrevuelos militares en el área en la que se llevará a cabo. «Esta es la parte más delicada porque la vez pasada los hubo», recordó.