Varios miles de kurdos se manifestaron ayer en Estrasburgo para exigir la puesta en libertad el líder del PKK, Abdullah Öcalan, encarcelado en la isla-prisión de Imrali desde 1999. La movilización fue convocada por la Federación de Asociaciones Kurdas del Estado francés.

Los manifestantes, que se desplazaron desde Bélgica, Alemania, los Países Bajos y Suiza, mostraron banderolas en las que reclamaban su inmediata excarcelación. «Queremos un Kurdistán autónomo. La vida de cuarenta millones de personas está en juego», declaró a AFP uno de los portavoces, Faruk Doru. En su opinión, a la Unión Europea le interesa encontrar una solución a la mayor brevedad posible porque «el proyecto de gaseoducto europeo Nabucco pasa por Kurdistán y no podrá funcionar si el problema kurdo no se regula».

«Sus condiciones de detención son deplorables. El Gobierno turco hace creer que las ha mejorado sólo para complacer al Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo Europeo (CPT)», subrayó Veli Tekiner, del comité de apoyo a Öcalan. Una delegación del CPT lo visitó en prisión el pasado enero.