Al menos 10.000 personas se concentraron ayer en Dresde para impedir a alrededor de 5.000 neonazis llegar al centro de esta ciudad alemana y escenificar un acto conmemorativo del 65 aniversario del bombardeo aliado sobre Dresde durante la Segunda Guerra Mundial.

La Policía, que utilizó cañones de agua contra los manifestantes, informó de siete arrestos.

«Detener la marcha nazi fue un gran éxito para la Alianza por un Dresde Libre de Nazis. No fue fácil, hubo gente que resultó herida por ataques de nazis y hacía un frío horrible, pero mereció la pena», resaltó una portavoz de la Alianza, Lena Roth.

El hecho de que la manifestación ultraderechista, que se celebra cada 13 de febrero, fuera autorizada provocó un debate público en Alemania.