Cientos de trabajadores de la multinacional sueca de muebles Ikea iniciaron ayer una jornada de huelga en el Estado francés para demandar una mejora de sus condiciones laborales. Este paro sin precedentes tuvo lugar en una jornada de especial afluencia de clientes, y motivó el cierrre de al menos uno de los centros de la empresa, según la Confederación General del Trabajo (CGT), convocante de la protesta junto a CFDT y FO.

Se espera que las negociaciones entre la compañía y los sindicatos se retomen mañana si bien la duración de la huelga está aún por determinar.

«Este es un movimiento histórico, es la primera vez que tantos trabajadores de Ikea se ponen en huelga en Francia», declaró un portavoz de CGT, Olivier Bireau.

Aumento salarial

Los sindicatos reclaman un aumento salarial del 4% para los 9.000 empleados de Ikea en el Estado francés, repartidos en 26 tiendas -frente al 2 % ofrecido por la empresa-, así como compensaciones para el personal que trabaja fuera y más contrataciones para hacer frente a la escasez de personal.

La dirección de Ikea contabilizó «a lo sumo 500 huelguistas» entre los 5.500 asalariados que debían trabajar, lo que representa un 9%, sobre todo en la región parisina, mientras el sindicato CGT se refirió a «un seguimiento masivo con cerca de un 50% de huelguistas».