Ana Sáez de Urabain En nombre de los padres y madres de los 34 jóvenes detenidos
Emakunde, un troyano en la sociedad vasca
Hay una asociación infiltrada entre los medios e instituciones que trabajan a favor de la igualdad de género. Y esa asociación se llama Emakunde. El tema de la igualdad no es el eje de su actuación, sino, al menos en nuestro caso, el de dar cobertura a quienes amparan el trato vejatorio a las mujeres. Justo lo contrario de lo que predican. Es un escarnio a la sociedad vasca que Emakunde tenga trato de favor en los medios y que esté financiada por presupuestos generales que provienen de nuestros impuestos.
Con motivo del ingreso en prisión de 34 jóvenes independentistas vascos a consecuencia de la razia del 24 de noviembre de 2009, padres y madres de los arrestados nos reunimos, y lo seguimos haciendo, con diversos agentes políticos y sociales de la sociedad vasca, a fin de trasladarles nuestras preocupaciones por cómo se habían producido los hechos y, sobre todo, para denunciar la incomunicación de nuestras hijas e hijos durante la detención. Consecuencia de esta incomunicación, y coincidiendo con el reciente informe del Ararteko, se produjeron malos tratos y torturas, motivos de nuestro hondo desasosiego.
En el caso que nos ocupa, y como ya ha sido relatado en diversos medios de comunicación, el trato a las jóvenes fue especialmente perverso por su condición de mujeres. Las vejaciones que sufrieron nuestras hijas nos han demostrado que queda un largo camino hacia la igualdad de género, al menos en instituciones dependientes de los ministerios de Justicia e Interior. La actuación policial en este caso ha generado varias denuncias por torturas y una por homicidio, también de una mujer.
Con la intención de describir lo sucedido y denunciar vejaciones, malos tratos y torturas a nuestras hijas, solicitamos una reunión con la institución natural por excelencia: Emakunde. Las habían ultrajado, explícitamente, por ser mujeres. Y, según su definición, el objetivo de Emakunde «es la consecución de la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres en todos los ámbitos de la vida política, económica, cultural y social de la Comunidad Autónoma Vasca».
Pecamos de ingenuos, por lo visto. El 17 de diciembre de 2009 solicitamos una entrevista con María Silvestre, directora de Emakunde. Poco después, el 23 del mismo mes, la citada María Silvestre nos aconsejaba lo que debíamos hacer (ir al Ararteko, donde ya habíamos estado por cierto), y negándonos el encuentro porque «Emakunde no tiene capacidad para abordar este tema». Nos dio con la puerta en las narices, lo que nos parece un insulto a nuestra demanda y, por extensión, a nuestras hijas.
Si Emakunde se niega a recibir a unos padres angustiados por las vejaciones a sus hijas de unos funcionarios del Estado, ¿qué tipo de igualdad de género propugnan? ¿O es que un sector de la sociedad vasca tiene derechos y otro no? Qué decepción, señora Silvestre. Tanta palabrería para nada.