La Coordinadora reclamó ayer que se esclarezcan los motivos de los diferentes percances que se vienen produciendo en las últimas semanas en el complejo petroquímico de Petronor y se depuren las responsabilidades oportunas por parte de las administraciones competentes.

Aunque el incidente más grave se produjo el pasado sábado, cuando un trabajador de una contrata murió cuando efectuaba labores de mantenimiento, el colectivo recordó que el 3 de febrero, a consecuencia de la limpieza de los hornos de la refinería, unas emanaciones de gas fueron las causantes de la intoxicación de una vecina del barrio de San Julián de Musques y de dos ertzainas.

Dos días después, el 5 de febrero, habitantes de Abanto, Ortuella, Santurtzi y Muskiz padecieron las consecuencias de los escapes en Petronor, que provocaron dolores de cabeza, irritación de las vías respiratorias y problemas estomacales. La alarma fue general entre el vecindario de Meatzaldea, con llamadas continuas a los servicios de emergencia.

Para la Coordinadora, los trabajos de limpieza y mantenimiento en Petronor están acarreando riesgos añadidos a los de una infraestructura industrial de estas características, con más de 30 años de existencia, en el interior y exterior del complejo.

Tras incidir en la alarma ciudadana creada, declaran que temen que «dado lo obsoleta que está la refinería, cualquier día ocurra una desgracia de mayores dimensiones, que tengamos que lamentar».

De ahí que exijan un «riguroso control de las medidas de seguridad y prevención», por parte de las autoridades competentes en la materia, «como informar -apuntan- a la población de manera directa, fehaciente y con suficiente antelación, y no a través de un blog», acerca del tiempo de duración de los trabajos y de cuándo se reanudará la actividad en la refinería.

En la reflexión de la Coordinadora Anti-Coke tampoco falta el pésame a la familia del trabajor fallecido el sábado pasado en el complejo petroquímico, así como su solidaridad con las personas afectadas por los escapes.