Unos 4.112 paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) confesaron haber matado a 30.470 personas y desaparecido a 2.520 entre 1985 y 2003.

Reconocieron haber cometido 1.085 masacres, 1.033 secuestros, haber desaparecido a 2.520 personas de manera forzosa, haber impuesto 1.326 desplazamientos y 1.642 extorsiones0, según datos de la Fiscalía colombiana. La ley fija una pena máxima de ocho años de prisión para paramilitares que se entregaron o confesaron los delitos cometidos.

Pero la extradición a EEUU de los líderes de las AUC por narcotráfico está obstaculizando los procesos para que declaren por sus crímenes. Muchos ven en estas extradiciones una estrategia para evitar que hablen sobre los vínculos con políticos.