La Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) informó ayer de que el resultado global de las entidades alcanzó en 2009 los 16.493 millones, el más elevado de los últimos cinco años. El beneficio consolidado de las cajas, salvo de las que están siendo apoyadas por el fondo de garantía de depósitos, fue de 4.948 millones, un 31,3% menos que en 2008. según CECA. Sin embargo, destinaron otros 9.751 millones para insolvencias, cuando en 2008 reservaron 630 millones, y otros 2.316 millones se destinaron a cubrir activos financieros, aunque un año antes sumaron 7.768 millones. El negocio de las cajas llevó a unos resultados positivos de 16.493 millones, sumados esos tres conceptos, lo que supone un incremento del 11,17% respecto a un año antes comparando los mismos epigrafes.

El margen bruto de explotación de las cajas de ahorros se elevó a los 31.985 millones, un 14,55% más que el año pasado y un gasto de explotación de 16.812 millones, lo que supone un incremento del 21,33%, según los datos del Banco de España. Esta mejora ocurre en el año de la crisis económica, lo que llama la atención, lo mismo que este interés por maquillar las cuentas para no mostrar los abultados resultados ante la crisis.

La tasa de morosidad se situó en un 4,86% y la de cobertura alcanzó el 56,5%, frente al 55,5% de los bancos, según CECA.

Esta lluvia de millones contrasta con los resultados de la actividad económica. La OCDE informó que el PIB creció un 0,8%. Supone el porcentaje más bajo desde 1960. En 2009, Alemania cayó un 5% como Japón, y el Estado español, un 3,6%, mientras que la economía de EEUU se contrajo un 2,4%, aunque en cuarto trimestre creció un 1,4% y Japón un 1,1%.