Una cita ineludible y un marco incomparable. No da mucho lustre a un artículo citar a José Luis Moreno, pero es lo que hay. Superada la fase de grupos, llegan las eliminatorias de la Europa League. Y eso significa que cada partido puede ser el último y cada traspié el definitivo; o, con una visión más optimista, cada gol una promesa de futuro y cada victoria, un par de kilómetros menos en el camino a Hamburgo.

En definitiva, que ya están aquí los 1/16 de final del torneo, con lo que el Athletic disputa hoy un partido de los que nadie, ni en el verde ni en la grada, se quiere perder. Y, precisamente por eso, San Mamés lucirá su mejor imagen.

El rugido de la Catedral -aunque esta temporada el Athletic ha perdido en dos de sus cinco citas continentales como local, ante Young Boys y Werder Bremen- es, precisamente, una de las preocupaciones del Anderlecht. Así lo reconoció ayer Ariel Jacobs, consciente de que «el ánimo que le da su afición» convierte al rojiblanco en un equipo especialmente complicado como anfitrión. El otro gran temor de los blanquivioletas tiene nombre y apellido, Fernando Llorente. Tanto que, en opinión de Jacobs, la receta para que su equipo frene al Athletic pasa por «evitar» que el delantero «toque el balón».

También hay nombres propios en el bestiario rojiblanco. Romalu Lukaku, cómo no, con el que Joaquín Caparrós se reconocía sorprendido. «Bendito benjamín, con la edad que tiene su cuerpo es tremendo. No sé qué comerán allí», sonrió el técnico, precavido ante el «provecho» que pueden sacar los belgas «a la estrategia» con la envergadura de su delantero. El «poderío físico» y el «estado de forma» de un «muy buen equipo», que ganó «con mucha solvencia al Ajax», también preocupan a un Caparrós cuya fórmula para superar el examen es la habitual: «Estar a un alto nivel en todo, confiar en nuestras posibilidades y competir».

Sobre todo, «saber competir», tras una trayectoria previa en la Europa League en la que el Athletic ha tenido que jugar a la tremenda en más de una ocasión, con remontadas ante Young Boys, Tromsoe o Nacional. «Llevamos jugando desde el 30 de julio -recordó-. La competición la hemos llevado al límite de nuestras posibilidades porque nos han tocado equipos muy complicados y todos los partidos que hemos jugado han sido al límite, jugándonoslo a vida o muerte en el segundo partido. Ahora toca competir, manejar todos los conceptos del juego, saber cuándo interesa apretar más, saber templar el partido... Eso es competir».

Vuelve Yeste

Una misión que Caparrós encomendará a 18 jugadores, entre los que no se encuentran, sorprendentemente, ni Koikili -prácticamente inédito en competición europea, pero al que se apuntaba como titular-, ni el goleador del pasado sábado Igor Gabilondo. Tampoco David López, descartado igualmente por decisión técnica.

A cambio, regresan a la convocatoria Joseba Etxeberria, Ander Iturraspe y Fran Yeste, ya recuperado del golpe que sufrió en el tobillo hace tres semanas. El basauritarra incluso pugna por una plaza en la banda izquierda con Markel Susaeta, en lo que será la única novedad del once titular, junto al regreso de Gaizka Toquero.