Después de cuatro meses ya se pueden vislumbrar algunos de los cambios que traerá el nombramiento de Alicia Fernández como nueva directora de la sala Rekalde. Según adelantó ayer, no contará sólo con los fondos forales y abrirá la subvención de las exposiciones al patrocinio privado. En una entrevista concedida a la agencia Efe, defendió que este espacio abierto en 1991 sigue siendo útil. Esta idea había sido puesta en duda por sectores que criticaban su proximidad con los museos Guggenheim y Bellas Artes y por su incapacidad de atraer a un público numeroso. Fernandez subrayó que la sala tiene su espacio propio dentro del panorama cultural de Bilbo, «porque es una sala pública de exposiciones, lo que la diferencia de las galerías de arte, y porque su principal objetivo es presentar las propuestas más novedosas y experimentales que se realizan actualmente en el mundo del arte contemporáneo, faceta que los museos de Bilbo no cubren», apuntó.

Fernandez apostó por trabajar conjuntamente con otros centros que tengan unos objetivos similares. Defendió que el equipamiento tiene que «establecer vínculos más continuados y colaboraciones con otros centros similares» que existen en el resto del Estado y que tiene que colaborar con los museos y centros artísticos cercanos, entre los que incluyó el Artium de Gasteiz. Tampoco descarta establecer contactos con centros estatales e internacionales de arte contemporáneo para que no se quede en «una sala meramente local, sino que pueda llegar a ser un referente dentro del mundo del arte contemporáneo».

Recostes y presupuesto

No es un objetivo fácil. Y es aquí donde sitúa un necesario aumento del presupuesto. «Necesitas dinero, y con los tiempos de crisis que corren el presupuesto de la sala para 2010 se ha visto recortado en un 5%». Fue ayer mismo cuando la Diputación dio a conocer su decisión de renovar el acuerdo de colaboración con la sala Rekalde, por el que la institución aportará 698.000 euros. La directora, aun y todo, abogó por «conseguir financiación de patrocinadores privados para la realización de las exposiciones y de las actividades didácticas que las acompañen».

Por otro lado, con el objetivo de atraer a un mayor número de público, se centrará en profundizar en los aspectos didácticos de las muestras. Aseguró que el arte vanguardista y experimental resulta difícil de entender por aquellas personas que no están versadas en la materia, por lo que el apoyo didáctico es necesario.

Respecto a la conexión de la sala con el panorama de las artes plásticas, Fernández señaló que le interesa «mantener un contacto muy directo», por lo que anunció que invitarán a los artistas de Bilbo y del herrialde en general para que expongan sus obras.

Aun así, la nueva directora reveló que no será hasta 2011 cuando se puedan ver la exposiciones que ella ha programado. Durante este 2010, por lo tanto, se dedicará a hacer «una transición tranquila al proyecto de sala que quiero para el futuro y que no es nuevo, sino continuidad de lo que ya se venía haciendo, pero poniendo mayor acento en el apartado didáctico, formativo y divulgativo, para hacerla más presente y que llegue a públicos más amplios».