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Santamaría regresa a Donostia con «Polvo eres», una reflexión sobre la vida y la muerte

Después de ganar el Premio Nacional de Danza en 2008, no había vuelto a estrenar un nuevo montaje. Ahora presenta su última creación, «Polvo eres», en su ciudad natal, algo que considera «emotivo».

GARA | DONOSTIA

El Victoria Eugenia cederá su espacio a la danza el próximo sábado, 27 de febrero. Será el coreógrafo Juan Carlos Santamaría, Premio Nacional de Danza en 2008, quien presente en su ciudad natal su última obra. «Polvo eres» ofrece una reflexión vitalista sobre «la vida y la muerte» que mezcla el clasicismo de la música barroca con una imagen y una danza «libre» y moderna.

Santamaría valoró durante la presentación que tuvo lugar ayer que es una representación «especialmente emotiva» por el hecho de volver a sus orígenes. El coreógrafo aprovechó la rueda de prensa de ayer para explicar que el montaje reúne a 10 bailarines clásicos, un actor y también «un personaje sorpresa» que aparece al final de la obra, que se estructura en torno a un «collage musical» barroco con piezas de Hándel, Haydn, Telemann o Vilvaldi, entre otros.

Movimientos emotivos

En el carácter de la danza que muestran se funden una base tradicional con una concepción más abierta. Así, aunque la música es clásica y también lo son los bailarines, Santamaría da prioridad en «Polvo eres» a la libertad de movimientos, en busca de que éstos trasmitan «emociones y sensaciones».

«Sólo tenemos una vida y hay que disfrutarla, que nos da de todo y tenemos que coger lo bueno o lo malo», es el mensaje que ha querido transmitir. Además del baile y de la interpretación de un actor de más de 80 años, que representa a una persona que reflexiona sobre su experiencia en el ocaso de su vida, la obra incorpora varios textos leídos por una voz en off.

Santamaría también recalcó que se trata de su primer montaje tras obtener, en 2008, el Premio Nacional de Danza en la modalidad de creación, y que se trata de un «trabajo académico, pero a la vez muy libre». Respecto a su trayectoria, pasó seis años como bailarín en la Compañía Nacional de Danza, tras lo que comenzó su labor como maestro en el Real Conservatorio Nacional de Danza de Madrid, donde fue nombrado coordinador general. Ya en 1998 se lanzó a fundar su propia compañía, con la que ha presentado más de una veintena de espectáculos, en los que habitualmente participan entre 10 y 15 bailarines.

 

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