El joven bilbaino Ibai Beobide ha denunciado haber sido objeto de torturas durante los cinco días que ha permanecido incomunicado en manos de la Guardia Civil. El juez Ismael Moreno le envió a la prisión madrileña de Soto del Real acusado de ser militante de ETA, «tenencia ilícita de armas y de explosivos» y también de «estragos terroristas», al imputarle al menos cuatro acciones armadas.

Según informó anoche el movimiento pro-amnistía, Beobide, que compareció incomunicado -su abogado fue expulsa- do de la planta del juzgado-, rehusó declarar y relató al magistrado -al igual que hizo ante el forense cuando le visitaba en dependencias policiales- haber sido «golpeado después de haber sido envuelto en goma espuma», haber sufrido «la bolsa» en varias ocasiones «hasta dejarle sin respiración», haber sido obligado a hacer ejercicio físico y haber padecido contantes amenazas relacionadas con sus familiares. «Ha indicado que el trato fue muy duro», indicaron las mismas fuentes.

Aclaró a su abogado que no fue apresado en un control, sino que cuando circulaba en bicicleta en la carretera que une Villabona y Asteasu «aparecieron muchos guardias civiles y se le echaron encima». También le explicó que los malos tratos «comenzaron en el viaje de Intxaurrondo a Madrid», y que su traslado al hospital fue debido a que se autolesionó «para «evitar ser torturado».

Mientras tanto, las FSE mantenían abierto un operativo en busca de al menos cuatro personas y llevaban a cabo diversos registros que estarían relacionados con los arrestados de esta semana. De madrugada, en Hernani, entraban en un caserío y en la vivienda de José Camacho y Josune Balda. Ya por la tarde, hicieron lo propio en un caserío de Areso, que vinculan con la compañera de Jon Rosales, y a última hora registraron sendas viviendas en Zarautz y Errezil.

Además, la Guardia Civil peinó el monte Gorbeia en busca de varios zulos en los que cree que pueden estar escondidos 150 kilos de explosivos.

Siete ciudadanos vascos se encuentran incomunicados en estos momentos: se trata del elorriarra Adur Aristegi, el getxota- rra Jon Rosales, el donostiarra Faustino Marcos, la segurarra Euri Albizu, y los hernaniarras Juan Mari Mariezkurrena, Josune Balda y José Camacho. Según fuentes policiales, los cuatro últimos serán conducidos hoy mismo a la Audiencia Nacional.

En Catalunya

Tras el arresto de Marcos, Aristegi y Rosales en Girona, en esta provincia catalana las FSE también se encuentran alerta. Según el conseller de Interior, Joan Saura, los Mossos d´Esquadra y la Guardia Civil sospechan que otro vehículo precedía a la furgoneta en la que circulaban Aristegi y Rosales antes de ser detenidos, y que Marcos «quería alquilar un almacén en Barcelona y una masía en Girona para convertirlo en un almacén logístico». Poco después, el president, José Montilla, recriminó la actitud del conseller, aun sin citarlo, demandando «prudencia» en todo lo referente a ETA.

En protesta por los arrestos, 300 vecinos se manifestaron en Elorrio y Segura, y 200 en Algorta. El comité de empresa de CAF, donde trabaja el hermano de Albizu, mostró su preocupación por el estado de los detenidos.