Arco abre sus puertas al público con los ángeles como invitada
ARCOmadrid abrió ayer sus puertas al público, que pareció mantenerse fiel a una feria precedida de la polémica entre organización y galeristas. La feria, que seguirá abierta hasta mañana, reúne a 218 galeristas y tiene a Los Ángeles como ciudad invitada.
Mikel CHAMIZO I
La feria de arte contemporáneo más importante del Estado, ARCOmadrid, abrió sus puertas el pasado miércoles para profesionales, coleccionistas privados e institucionales, y ayer lo hizo para el público general que, a tenor de la afluencia de personas que se observaba en IFEMA, respondió bien a la propuesta artística a pesar de los inexplicables treinta y dos euros que cuesta la entrada a la exposición. En total, son 218 las galerías provenientes de todos los puntos del globo las que están exponiendo en IFEMA, ocupando tres de los enormes pabellones de la Feria de Madrid. La representación de artistas asciende a alrededor de tres mil nombres de todas las procedencias y generaciones, consolidados y emergentes. Entre los primeros, Miró, Gris, Bacon, Botero o Richter, cuyas obras alcanzaron las cotizaciones más altas. Entre las nuevas promesas, infinidad de nombres de los que muchos teníamos pocas o ninguna referencia.
En cualquier caso, y en comparación con ediciones anteriores, la ARCO de este año se podría calificar como «entretenida», dado el gran número de piezas impactantes que cobija. Por ejemplo, «Cosa», de Judith Wertein, un gigantesco elefante empotrado contra la galería bonaerense de Ruth Benzacar, o «Bull», de Yongho Ji, un fiero toro en posición de embestida construido con neumáticos en la Gane Art Gallery de Seoul. Abundan también las piezas interactivas, como las expuestas en la Bitform Gallery de Nueva York o en el espacio Vida 12.0, con creaciones robóticas. Y un buen número de piezas de videoarte, algunas de ellas espléndidas, como «Orbit 4» de Jennifer Steinkamp, una especie de papel de pared decorativo con plantas de estilo victoriano cambiantes según las estaciones del año.
Los más caro de Arco
Uno de los alicientes de ARCO es pasarse a ver los cuadros más caros de la feria, que son bien publicitados desde días antes. Esta vez no se han alcanzado las cifras desorbitadas de ediciones anteriores, con ventas de varios millones de euros. Así, el lienzo de mayor valor, un pequeño autorretrato de Francis Bacon, alcanza un valor de «tan sólo» 1,6 millones de euros. Le sigue un bonito óleo sobre lienzo de Botero titulado «The Beach», que está a la venta en el stand de la galería Marlborough por 946.000 euros.
En torno a los 700.000 euros se encuentran «Composición», del artista uruguayo Joaquín Torres-García, pintada en 1933 y expuesta en la catalana Oriol Galeria D'Art, y varios lienzos del pintor alemán Gerhard Richter, que se encuentran entre los más preciados de la feria y que se pueden ver en la Edgard Tyler Nahem Fine Art. Un poco por debajo de los anteriores están «Paris Robe», del irlandés Sean Scully, y «Flying Nº1» de Ilya Kabakov.
Obviamente, no todas las piezas expuestas por los galeristas en ARCO alcanzan cifras multimillonarias, y el coleccionista en crisis también puede hallar un espectro de obras con precios por debajo de los mil euros, especialmente fotografías y creaciones de artistas nóveles como las del guipuzcoano Unai San Martín, cuyo heliograbado «Gran Vía» se podía adquirir por 500 euros. Otras adquisiones interesantes a bajo precio eran los cuadros realizados por Sissi Farassat con elementos de pedrería, lentejuelas y cuentas de collar, con un valor de 750 euros, o la litografía «Bords» de Günter Forg, a 500 euros en la galería Lelong, la misma que tiene también en venta alguno de los más caros.
Visitas imprescindibles
La mayoría de las 218 galerías representadas en ARCO contienen alguna obra de interés. La Faggionato Fine Arts, por ejemplo, con sus fotografías de hombres de plastilina tomadas por Thomas Schuette; la gijonense ATM, con tres preciosistas fotografías de Ixone Sadaba; o el divertido conjunto de estatuas «Vida perra» de Victor Pulido en MS Madrid. Algunas galerías, no obstante, se erigen en visitas imprescindibles. Es el caso de la Paragon Press de Londres, donde se puede disfrutar de un buen número de cuadros de Damien Hirst, Gary Hume y Anish Kapoor. O la madrileña de Leandro Navarro, con una docena de Mirós, un Juan Gris y varias piezas de Oscar Domínguez, Baltasar Lobo y Manuel Rivera. Cerca de esta última se encuentran Travesía Cuatro, que cobija uno de los impactantes «cuadros negros» de Jorge Diezma, o la MAI 36 Galerie de Zurich, que presenta piezas coloristas de Decrauzat, Webb y Weggenmann, además de unos fantásticos lienzos ajados de Won Ju Lim.
También bastante cerca de las anteriores, el espacio de Elvira González contiene un vídeo de Bill Viola, además de una escultura, no de las mejores, de Alexander Calder. Siguiendo en el pabellón diez, en el espacio de la Galería Senda de Barcelona, se encuentra la serie sobre Salomé creada por Gino Rubert, en una presentación muy cuidada y que parecía cosechar entusiasmo entre el público. A muy pocos pasos de ella, el clásico stand de Helga de Alvear cobija la performance itinerante «NO, GLOBAL TOUR», de Roberto Sierra, dos gigantescas letras N y O que fueron colocadas el miércoles y seguirán su gira a otra ciudad el domingo.
Performences y vídeo-arte
Además de la feria en sí, ARCO cobija este año cuatro programas comisariados paralelos a la exposición. «Performing ARCO», en un intento por acercar al público las últimas tendencias en el arte de la performance, ha programado hasta seis actuaciones en vivo durante los cinco días que dura la exposición, además de las que ya se pueden ver en algunos stands, como la estupendamente recalcitrante protagonizada por caracoles en la galería DAM berlinesa. «Solo Projects» presenta discursos de alto nivel conceptual y muy experimental. Son un total de treinta y cuatro proyectos heterogéneos que se centran sobre todo en la investigación y en el pensamiento pero que son también, a menudo, algo herméticos para el público.
«Expanded Box» es una iniciativa comisariada por el italiano Domenico Quaranta, especialista en arte digital y en red, que ha escogido creaciones de artistas que buscan para sus obras las técnicas más innovadoras, nuevas tecnologías y herramientas digitales, distribuidos por un total de ocho espacios y que resulta realmente sorprendente e incluso inquietante. Por último, CinemaLoop es un área dedicada de forma específica al videoarte y las instalaciones audiovisuales. Está coordinado con el LOOP, Feria y Festival Internacional de Videoarte de Barcelona, y quiere «representar las consolidación del discurso del video en el programa expositivo del certamen». No obstante, en una primera impresión parece que el vídeo ha tenido una presencia algo inferior en esta edición de ARCO que en las anteriores, quizá debido a la perplejidad que todavía acompaña a los compradores con respecto al coleccionismo de videoarte. Para aclarar dudas, el «Foro de Expertos» que también organiza ARCO y a los que se puede asistir gratuitamente incluye en su programación este tema, además de otras charlas sobre globalización, intervención en espacio público, tendencias del mercado del arte y otros debates interesantes protagonizados por algunos de los nombres más reputados de los respectivos sectores.
ARCO tenía por costumbre dedicar cada año parte de su espacio expositivo a un país del mundo. Ese estatuto se ha variado ligeramente y a partir ahora podrán ser también continentes, regiones o incluso ciudades las que sean homenajeadas por la feria. Es así que uno de los mayores atractivos de este año es la presencia de Los Ángeles como ciudad invitada, con una selección de diecisiete galerías de la megalópolis estadounidense que han traído hasta Madrid una representación de un panorama artístico bien conocido por su diversidad. En opinión de Kris Kuramitsu y Christopher Miles, comisarios de la selección de galerias, «esta metrópolis del siglo XXI disfruta de una cultura artística con una riqueza multigeneracional, en buena parte por la posición influyente que mantiene, desde hace décadas, su red de academias y escuelas privadas».