OPERACIONES POLICIALES EN EUSKAL HERRIA Y CATALUNYA
Un detenido recibe la orden de prisión en el hospital
José Camacho, arrestado el lunes en Hernani, se encuentra ingresado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. No ha trascendido información alguna sobre su estado, salvo la versión oficial que vincula la hospitalización a una patología anterior al arresto y que sus allegados desconocen. Hasta el centro se trasladó el juez Moreno para dictar su ingreso en prisión, junto al de de Albizu, Balda y Mariezkurrena, de los que también se desconoce su estado.
O.L. |
El hernaniarra José Camacho, arrestado el lunes por la Guardia Civil, se encuentra ingresado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid sin que haya trascendido dato alguno sobre su estado de salud. Sólo se conoció que el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno se trasladó hasta el centro hospitalario para tomarle declaración, a lo que se negó el detenido, acogiéndose así a su derecho a no declarar.
Tras ello, el magistrado del tribunal especial dictó el auto de prisión, al igual que hizo con la segurarra Euri Albizu y con los también hernaniarras Josune Balda y Juan Mari Mariezkurrena. Los tres fueron trasladados por la mañana al despacho del Juzgado Central de Instrucción número 2 todavía en régimen de incomunicación, por lo que no pudieron ser asistidos por su abogada de confianza, Arantxa Aparicio.
Fue ésta la que alertó de la hospitalización de Camacho tanto a sus allegados como a GARA. Durante la mañana sólo se conocía su ingreso en un hospital madrileño y no fue hasta la tarde cuando se conoció su paradero.
Este diario contactó con el hospital madrileño y pudo confirmar que Camacho había sido ingresado ayer y que a última hora de la tarde seguía en el Hospital Clínico San Carlos. Sin embargo, desde el hospital no quisieron ofrecer el motivo del ingreso ni su situación.
Pese a que las agencias de información y los medios españoles sí se hicieron eco de la hospitalización del hernaniarra, todos se ajustaron a la versión oficial que vincula el ingreso de Camacho con una patología anterior a su detención. Aparicio, así como amigos del hernaniarra, con los que pudo contactar GARA, indicaron que Camacho no había mostrado signos de enfermedad alguna, ni manifestado algo parecido.
Tampoco se sabe nada sobre el estado ni el paradero en el que se encuentran Albizu, Balda y Mariezkurrena, y es que aunque la abogada permaneció hasta pasadas las 20.00 en la prisión madrileña de Soto del Real, ninguno de ellos ingresó en la cárcel hasta ese momento. Hoy a primera hora acudirá al centro hospitalario para poder estar con Camacho y después volverá a la prisión madrileña para conocer la situación de Balda, Albizu y Mariezkurrena.
A los cuatro ciudadanos vascos arrestados por la tarde del lunes en Hernani y Segura y que fueron enviados a prisión ayer se les imputa un delito de «colaboración con ETA». En concreto, recaen sobre ellos imputaciones como «desarrollar labores consistentes en proporcionar infraestructura, cobijo, ocultación, transporte de personas y material» a militantes de ETA.
El operativo policial iniciado el pasado sábado con el arresto del joven bilbaino Ibai Beobide prosiguió ayer con el registro de un nuevo inmueble en Donostia. Concretamente, agentes del instituto armado se desplazaron durante la madrugada de ayer hasta la céntrica calle San Martín, donde procedieron a registrar una vivienda ubicada en el número 30.
Este registro se suma a los efectuados a última hora de la tarde del jueves en Zarautz, en Errezil y en la localidad navarra de Areso, que se dilataron hasta bien entrada la noche.
Asimismo, según las agencias, las labores de búsqueda prosiguieron ayer en el monte Gorbeia, donde la Guardia Civil estaría peinando la zona en busca de varios zulos en los que creen que pueden estar guardados 150 kilos de explosivo.
¿Fruto de la casualidad?
Desde que hace una semana se iniciara el operativo han sido ocho las personas arrestadas por las FSE y más de una veintena los registros realizados en diversos municipios de Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa.
El inicio de este operativo ha sido considerado por los medios de comunicación como fruto de una casualidad, dando a entender que Beobide fue arrestado al toparse con un control rutinario de la Guardia Civil, en la carretera que une Asteasu y Villabona. El joven bilbaino ha negado este extremo y ha detallado que «cuatro agentes de la Guardia Civil le aparecieron de la nada» cuando circulaba en bicicleta por este trayecto.
El diario ``El Correo Español'', en su edición de ayer, afirmaba también que Beobide era vigilado por las FSE. Según el rotativo vizcaino, era la Ertzaintza el cuerpo policial que controlaba al joven, y lo hacía desde agosto del pasado año. Según la versión policial, «desde que Beobide se encontraba en Hego Euskal Herria». De hecho, se apunta la posibilidad de que agentes de la Ertzaintza vieran cómo era detenido el sábado por otro cuerpo policial: la Guardia Civil.
El máximo responsable de la Ertzaintza, Rodolfo Ares, salió a primera hora de ayer a desmentir este seguimiento.
De Gipuzkoa a Catalunya
Tras el arresto de Beobide, llegaron las detenciones en cascada. El lunes, dos días después, la Guardia Civil apresaba a Euri Albizu en Segura y a Josune Balda, José Camacho y Juan Mari Mariezkurrena en Hernani, y a las pocas horas, el martes, era la Policía española la que detenía al donostiarra Faustino Marcos en una estación catalana de Portbou. El miércoles, apenas veinticuatro horas después del último arresto, eran el joven de Elorrio Adur Aristegi y el vecino de Algorta Jon Rosales los capturados, esta vez por los Mossos d´Esquadra, que no tardaron en entregar a los dos jóvenes a la Guardia Civil.
En estos momentos por tanto, Marcos, Aristegi y Rosales continúan todavía incomunicados en manos de las FSE, y al igual que a los arrestados anteriores no les han sido aplicadas las medidas existentes para evitar la práctica de la tortura.
Además, tanto del auto judicial como de las filtraciones policiales realizadas a diversos medios se desprende que serían al menos cinco ciudadanos vascos más los que corren el riesgo de ser detenidos en esta redada.
Este operativo está siendo contestado con concentraciones y manifestaciones de repulsa por los arrestos y, en especial, por la aplicación del régimen de incomunicación a las personas detenidas. Ayer, una de las movilizaciones más concurridas tuvo lugar en el barrio bilbaino de San Inazio, de donde es natural Ibai Beobide. Sus convecinos denunciaron el encarcelamiento del joven y dieron cuenta de las salvajes torturas que ha denunciado haber sufrido en manos de la Guardia CIvil. Al igual que en Bilbo, 400 personas se manifestaron en Segura, en Zarautz 223, 250 en Elorrio (de donde es natural Aristegi) y 200 en Algorta, municipio de Rosales, donde la Ertzaintza identificó a tres personas al comienzo de la marcha.
Por la mañana, fueron los trabajadores de la empresa Irizar los que se concentraron detrás de una pancarta que denunciaba la relación entre la incomunicación y la tortura. Este vínculo también fue puesto de manifiesto en una moción aprobada en el Consistorio de Segura. GARA
La causa abierta contra dos soraluzetarras arrestados por la Ertzaintza cuando denunciaban la tortura está en manos de la Audiencia Nacional. En un principio, estaban acusados de un delito de «calumnias con agravante de propaganda»; sin embargo el martes, cuando iban a comparecer en el Juzgado de Eibar, el juez no quiso tomarles declaración y trasladó la causa al tribunal especial, tras considerar que existía «enaltecimiento del terrorismo». El coche en el que viajaban los jóvenes sigue aún en manos de la Policía. O.L.