VANCOUVER 2010 I Juegos Olímpicos de Invierno
Svindal suma el supergigante al abrumador éxito noruego
El donostiarra Paul de la Cuesta mejora su actuación en el descenso y se clasifica en el puesto 35.
GARA |
Aksel Lund Svindal, medallista de plata en el descenso, se convirtió ayer en campeón olímpico de supergigante al ganar con claridad la prueba de Vancouver, disputada en Whistler, con lo que se unió a Kjetil Andre Aamodt y Lasse Kjus en la historia del esquí noruego. El país más laureado en el olimpismo nevado suma y sigue tras superar la víspera el centenar de oros en su exitosa trayectoria en los Juegos de Invierno.
Svindal cubrió la pista Dave Murray, de 2.076 metros, con salida a 1.440 y un desnivel de 615, en un tiempo ganador de un minuto, 30 segundos y 34 centésimas, 72 menos que el estadounidense Bode Miller, que fue plata y capturó su segunda medalla, después del bronce logrado en la prueba reina.
Su compatriota Andrew Weibrecht protagonizó la gran sorpresa de la prueba al finalizar en tercera posición, después de salir con el dorsal 3 y marcar la primera referencia buena (1:30.65), que acabó siendo canjeable por el bronce.
Su tiempo lo mejoró en sólo tres centésimas Miller, que esquió con el 11 y que a sus 32 años vuelve a estar en plena forma. El astro de New Hampshire -doble ganador de la Copa del Mundo y cuádruple campeón mundial- llegó a los Juegos de Turín, hace cuatro años, como candidato a ganar medalla en todas las disciplinas. Pero se fue de vacío y, a mitad de camino, entró en barrena, convirtiéndose en una de las grandes figuras de la noche de Sestriere.
Ahora, que muchos menos contaban con él, lleva dos trofeos en dos pruebas. Padre desde hace un año y tras haberse planteado si seguir o no una temporada más, el pasado verano, Bode optó por continuar.
Y si tomó esa decisión, a Vancouver llega hambriento. Si el apetito es voraz, puede, incluso, que haga pleno: Miller está en Canadá porque quiere un oro, el único metal que le falta en una colección olímpica que ayer amplió a cuatro trofeos.
A su crono y al de Weibrecht se aproximaron sólo los italianos Werner Heel -cuarto al final- , Christoph Innerhofer -sexto- y Patrick Staudacher -séptimo-, así como el canadiense Erik Guay, que repitió el quinto del descenso y fue el único que dio un poco la cara por su país. Porque de nuevo volvió a fracasar Manuel Osborne-Paradis, que tampoco hizo honor esta vez a los crazy canucks, en una pista exigente que lleva el nombre de uno de los integrantes del cuarteto de canadienses que durante la segunda mitad de los setenta cuestionó el dominio europeo en el descenso.
Osborne se cayó, en una jornada no exenta de accidentes, en la que también sufrieron espectaculares percances el croata Natko Zrncic-Dim y el sueco Patrick Jaerbyn -con 40 años, el más veterano de las competiciones alpinas- que hubo de ser evacuado en camilla.
La combinación perfecta
La bajada de Aksel fue una combinación de técnica y pura potencia. Con 28 centésimas sobre Miller, ayer ganó, a los 27, el único trofeo que le faltaba en su deslumbrante hoja de servicios, que ya sería aún más sobresaliente de no haber pasado prácticamente en blanco una temporada, tras lesionarse de gravedad en Beaver Creek.
Svindal ya es campeón olímpico, cuatro días después de ganar la plata en la prueba reina. En el historial de la disciplina sucede a su compatriota Andre Aamodt, único en ganar tres veces la misma carrera -ésta- en unos Juegos. Y junto a éste y a Lasse Kjus, integra el podio de honor del esquí alpino noruego.
Los tres han ganado la Copa del Mundo (Kjus y Svindal, dos veces). Aamodt es, además del más laureado del olimpismo -con cuatro oros, dos platas y dos bronces-, el mayor coleccionista de medallas -cinco títulos mundiales, cuatro platas y tres bronces-. Y Kjus le sigue en esa relación, con 17: seis en Juegos (1-3-5) y once en mundiales (tres oros y ocho platas). Svindal, asimismo triple campeón mundial, ya tiene derecho, después del oro de ayer, a tratar de tú a los dos anteriores.
El vasco Paul de la Cuesta volvió a escena para terminar en el puesto 35 (1:34.03), a 3.69 del campeón. Mejoró en el súper de ayer su clasificación en el descenso del lunes donde fue el 51.
Evan Lysacek relegó a Evgeni Plushenko a la plata El estadounidense, actual campeón mundial, no se lo podía creer. Se llevó el oro con 257,67 puntos, dejó a Plushenko con 256,36 y puso fin a una racha de cuatro títulos consecutivos de los rusos. Horas después el subcampeón criticaba al medalla de oro. «Lysacek no es el verdadero campeón porque su patinaje representa el pasado. No se puede considerar campeón a alguien que no ha hecho un 'quad'», en referencia al cuádruple 'toe loop', la maniobra más difícil y arriesgada en el actual patinaje artístico.
«Que alguien esté en lo más alto del podio con la medalla de oro en el cuello tras hacer sólo saltos triples, para mí no es progreso, sino un retroceso porque los triples son de diez o incluso veinte años atrás», dijo Plushenko. Lysacek quiso quitar hierro al asunto: «Es duro perder, sobre todo cuando uno piensa que haga lo que haga va a ganar. Es algo difícil de asumir, pero estoy seguro de que lo dijo en caliente, sin pensar. Puede que se haya sacado de contexto». GARA