El morbo estaba servido. José Mourinho se enfrentó anoche a su ex equipo y Carlos Ancelotti retornaba a Milán, aunque fuera a jugar ante el Inter. Todas las miradas se centraban en los dos banquillos, por encima incluso de la pléyade de estrellas con las que cuentan ambas escuadras.

El choque no defraudó en cuanto a intensidad y fueron los locales quienes se llevaron el gato al agua. Mourinho volvió a evidenciar que es uno de los mejores estrategas del fútbol mundial y su equipo supo sorprender al Chelsea de inicio.

Diego Milito adelantó al Inter cuando apenas se llevaban tres minutos de juego. El argentino, clave en el esquema de ataque del técnico portugués, es la primera opción de la delantera nerazzurri por delante de Eto'o o el recién fichado Goran Pandev.

El golpe no hundió a un Chelsea que poco a poco se fue asomando por el área de Julio César. Anelka fue el primero en intentarlo, Michael Ballack también probó fortuna pero fue Drogba quien más cerca estuvo de conseguir su objetivo. Sin embargo, el disparo del marfileño se fue al larguero. Apenas había pasado un cuarto de hora y el conjunto londinense ya se había hecho con el control del balón. Los de Mourinho, por su parte, aguardaban con tranquilidad. Todos, excepto el brasileño Thiago Motta que hizo gala de su habitual ímpetu y agresividad en el juego.

Penalti no pitado a Kalou

Mediada la primera mitad, el arbitraje de Mejuto González se hizo notar. El trencilla español se comió un claro penalti de Walter Samuel sobre Kalou. El zaguero argentino ha recuperado la titularidad en el Inter y trata de desquitarse de la mala imagen que ofreció en el Real Madrid. Durante su estancia en el conjunto merengue, el ahora técnico del Getafe Michel llegó a afirmar que «Samuel es más lento que el caballo del malo». Salidas de pata de banco al margen, lo cierto es que anoche Kalou estuvo más rápido que el argentino, pero Mejuto optó por no señalar absolutamente nada.

Gestionó bien la situación el equipo italiano y tras desquitarse del agobio al que le estaba sometiendo el Chelsea, consiguió llegar al descanso sin sufrir.

Ancelotti comenzó a mover su banquillo, el talentoso Joe Cole fue su primera opción tras el descanso. El mediapunta trata de ganarse la forma para conseguir un sitio en la selección inglesa en el próximo Mundial. Por cierto, ayer Capello volvió a sacar su látigo y hablo de «la seriedad» que debe acarrear el defender los colores de Inglaterra. Todo, por los escándalos de índole sexual que han protagonizado varios de los internacionales durante las últimas semanas.

Volviendo al choque, la mayor verticalidad blue tuvo su premio a los seis minutos de la segunda parte. Salomon Kalou consiguió empatar el partido. Un gol que supo a gloria a Ancelotti, sabedor de que Mourinho es capaz de defender con gran solvencia un uno a cero a favor. Sin embargo, poco duró la alegría en el conjunto londinense ya que Cambiasso volvió a poner al Inter en ventaja.

«El cuchu» es otro incombustible e incansable trabajador en la medular. Con el marcador de cara, el técnico luso sorprendió y relevó al amonestado Motta por Balotelli. Un futbolista que sueña con crecer y dejar al margen los insultos racistas que sufre casi todas las semanas en diferentes campos del Calcio.

Su entrada hizo sufrir más a Ivanovic por el costado derecho. «Mou» buscó el tercero metiendo a Goran Pandev por Eto'o, mientras que Kalou estuvo cerca del empate pero Julio César se mostró muy acertado.

El joven Sturridge fue el último cartucho de Ancelotti, pero el Inter fue capaz de dormir el partido con acierto en los últimos minutos del tiempo reglamentario. Únicamente un cabezazo forzado de Ballack en la prolongación puso en riesgo el resultado. No obstante, los ingleses retornan a casa con el convencimiento absoluto de que pueden levantar la elimintaria en casa. El Inter, por su parte, jugará todas sus cartas para estar en cuartos de final. Las pizarras decidirán, seguro.