«Medidas extraordinarias» es el último proyecto cinematográfico de Harrison Ford que, además de protagonizar el filme, lo produce. La película está basada en una historia real sobre los esfuerzos de un padre por conseguir el remedio que salve a sus hijos, condenados a una muerte prematura por la enfermedad de Pompe.

De promoción en Madrid, Ford aseguró ayer que él admira a personas «por su trabajo o simplemente por quiénes son; no creo que sea una ventaja ser percibido como un héroe, o como alguien que interpreta héroes, no sé cómo se interpreta a un héroe».

El veterano actor dice que interpreta a «un abogado, un doctor, un marido, un capitán de un submarino ruso que, en circunstancias muy concretas, actúan de cierta forma que alguien podría interpretar como heroica, pero eso no tiene que ver con la persona (...), es algo que está anclado en un tiempo y en una historia concreta». Por lo tanto, «no tengo héroes -repitió-. Creo que esta noción del héroe es una obsesión cultural», pero sí admira a «otros actores, o a un ebanista, o la bailaora de flamenco que vi anoche o al que cantaba y tocaba las palmas: lo que es admirable es llevar esa ambición a un trabajo bien hecho, sea el que sea».

Aunque no ha concretado si habrá o no quinta parte de la saga que le dio a conocer como el intrépido Indiana Jones -no la descarta-, a sus 67 años Ford guarda especial recuerdo de su papel de John Book, el policía que pasó de proteger a ser protegido en una comunidad amish en «Único testigo», de Peter Weir. «El éxito de `La Guerra de las Galaxias' o de `Indiana Jones' no fue suficiente para que la gente pensara que era capaz de actuar, no me dieron la oportunidad que me dio ésta de hacer otras más serias. Había quien dudaba de mi capacidad de actuar, y el éxito de ésta -«Único Testigo»- me permitió mostrar mis ambiciones y mi capacidad».

Serio y sin prisa, el actor explicó que le hace feliz interpretar un papel secundario, -al científico Robert Stonehill, un atípico investigador que estudia la enfermedad de Pompe sin dinero para poner en práctica sus teorías-, porque puede aportar algo diferente: «el protagonista debe estar a la altura de las expectativas, el secundario puede aportar otras cosas, tiene más libertad».

Dirigir o actuar

«Lo que yo busco es hacer una buena película, una historia interesante, y ésta lo es porque está basada en hechos reales, pero mi personaje es pura ficción, he tenido la libertad de crear conflicto, interés y, espero, humor».

La estrella de Hollywood, que nunca ha recibido un Óscar, no añora trabajar con ningún director en concreto: «De cada uno me importa el talento que tenga, pero si yo no siento que soy el idóneo para ese papel no voy a sentir la más mínima tentación de involucrarme en su proyecto», afirmó. Respecto a dirigir -preguntado sobre ello-, «me parece el trabajo más difícil que hay y yo ya tengo el mejor trabajo del mundo», replicó. «Ser actor me gusta, siempre me plantea un nuevo reto, aprendo cosas, me da vigor, me revitaliza».