El técnico de la Real, Martín Lasarte, podría volver a echar de su ingenio para confeccionar la zaga -la zona de centrales- de cara al encuentro de mañana ante el Huesca.

A la baja segura de Ansotegi, sancionado, se han sumado las de Labaka y Mikel González. El primero de ellos se lesionó el pasado miércoles en el partido amistoso ante el Logroñés y es duda para mañana. El arrasatearra, en cambio, no entrenó ayer con sus compañeros al presentar una recidiva de la rotura fibrilar grado I del músculo bíceps femoral de su muslo izquierdo y es baja segura.

De esta manera, Lasarte podría dar entrada a Iosu Esnaola, aunque el oriotarra no cuenta demasiado con la confianza del míster por lo visto hasta la fecha. La otra opción sería retrasar la posición de Gorka Elustondo.

En el lado positivo, cabe destacar a Xabi Prieto, que evoluciona de forma favorable de su lesión de tobillo hasta el punto de sentirse en condiciones para viajar a Huesca. «No me veo jugando de inicio, porque para completar noventa minutos se necesita un volumen de trabajo superior, pero sí me gustaría ir convocado e ir recuperando ritmo de competición», reconoció el donostiarra.

«Rebeldía positiva»

Por su parte, Martín Lasarte señaló que Prieto es «muy importante» en la actual plantilla. «Al Barcelona le falta Messi y hablan de él con todo el equipo que tienen y también en el Madrid cuando falta Ronaldo se acuerdan de él. Xabi es muy importante, eso es una obviedad y lo que hay que hacer es tratar de solventar su ausencia», declaró.

Lasarte advirtió de que su equipo no está en crisis y que, tras perder en Girona, ha apreciado incluso una «rebeldía positiva» en el vestuario para tratar de dar la imagen que se espera fuera de casa de uno de los mejores conjuntos de Segunda.

Asimismo, Lasarte reconoció que su equipo «juega mejor en casa que fuera», aunque recordó que a domicilio lo está «haciendo bien». Y es que, de haber ganado en Girona, sería en estos momentos el mejor visitante de la Liga.

Respecto al Huesca, señaló que planteará «un partido muy difícil» y lo calificó como «típico equipo de Segunda».