Las medidas adoptadas supuetamente para la prevención de la tortura por el juez de la Audiencia Nacional española Fernando Andreu han resultado en vano, ya que Urko Izagirre denunció haber sufrido malos tratos en dependencias policiales. A pesar de relatar al juez lo acontecido durante los tres días que ha permanecido incomunicado Andreu decretó su ingreso en prisión incondicional mientras dejó en libertad al otro detenido, Enrique Noya, que deberá acudir a firmar a los juzgados cada quince días.

El movimiento pro-amnistía informó de que Izagirre ha recibido golpes, amenazas y presiones, que ha sido obligado a permanecer en posturas forzadas y que le han tenido tapado con una capucha. En cuanto a Noya, vecinos de Algorta que pudieron hablar con él señalaron a GARA que les narró haber sido objeto de malos tratos durante el viaje a Madrid.

Estas mismas fuentes indicaron que ya en comisaría también le obligaron a permanecer en posturas forzadas y con la luz encendida. Unas 200 personas participaron en Algorta en una asamblea y en la posterior manifestación realizada en protesta por este operativo.

Izagirre y Noya fueron detenidos la madrugada del martes por la Policía española en Algorta y Bilbo, respectivamente. Según difundieron las agencias de información españolas citando fuentes jurídicas, estarían imputados por «colaboración» con ETA. Al parecer, les acusan de haber prestado una furgoneta para la comisión de un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Calahorra el 21 de marzo de 2008.

Portugal acepta la entrega

Por otro lado, el Tribunal de Relación de Lisboa aceptó ayer la petición cursada por el Estado español para entregar a Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez. Ambos fueron detenidos el pasado 9 de enero y desde entonces se encuentran en prisión provisional.

La defensa se había opuesto a su entrega y tiene la posibilidad de apelar en el Tribunal Supremo en un plazo de quince días. La Fiscalía, por su parte, pidió que fueran juzgados en el Estado español.

Asimismo, hay una segunda causa abierta en el Tribunal Central de Instrucción Criminal de Lisboa para la entrega de los dos ciudadanos vascos. Este tribunal decidió inhibirse de juzgarlos por los delitos que se les imputan en Portugal, pero la defensa tiene de plazo hasta el 4 de marzo para presentar un recurso en contra.

Por otro lado, ayer se concentraron en defensa de los derechos de los presos políticos vascos 70 personas en Eibar, 55 en Basauri, 38 en el barrio iruindarra de Donibane, 37 en el de Alde Zaharra, 50 en el de Arrosadia, 43 en el de Iturrama y 65 en el de Txantrea. El miércoles se reunieron 50 personas en el barrio donostiarra de Gros y el martes 150 frente al Teatro Arriaga de Bilbo por el mismo motivo.