Al mismo tiempo que el grupo Gamesa anunciaba que había obtenido unos beneficios netos de 115 millones de euros en 2009, comunicó su intención de cerrar la planta de Altsasu y eliminar 150 puestos de trabajo.

Gamesa anunció ayer su intención de presentar en los próximos días, ante la Dirección General de Trabajo, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), de extinción de la actividad en su centro de Altsasu, que supone el despido de sus 150 trabajadores.

Además, prevé presentar otros cuatro expedientes de carácter temporal con una suspensión de un máximo de 180 días en otros tantos centros del Estado español, lo que afectará a un colectivo de 212 trabajadores. Gamesa cuenta con una plantilla de 4.356 personas en el Estado español.

La compañía justificó este recorte por «ajustes de capacidad en un mercado europeo fuertemente contraído» y «la sobrecapacidad productiva de la base industrial de Gamesa en España, cuya fabricación se destina a España y Europa».

Gamesa asegura que el sector industrial eólico «se encuentra prácticamente paralizado» por la actual regulación y Europa, en general, «se resiente todavía de las restricciones»

Respecto a la planta de Altsasu, añadió a estas circunstancias, «la inviabilidad de la fabricación de otros productos futuros, por las dimensiones del centro de producción». El cierre de la planta de Altsasu golpearía a una comarca ya muy castigada por el paro. El municipio cuentacon un 17% de paro y 716 personas en situación de desempleo. Si Gamesa completa sus planes, supondría un incremento del 20% en el número de parados.

Estos planes se dan a conocer después de haber obtenido un beneficio neto de 115 millones de euros, frente a los 320 millones de 2008. Sin embargo, ese año obtuvo ingresos extraordinarios por la venta del negocio solar. Sin ese efecto, el beneficio se habría reducido un 35%.

La compañía prevé además que su beneficio volverá a crecer en el segundo semestre de 2010 y una fuerte recuperación en 2011. Su presidente, Jorge Calvet, informó de que la empresa se plantea «muy seriamente» su entrada en el negocio de energía eólica marina en Gran Bretaña.