Tras el documento «zutik Euskal Herria»
Currin asegura que el proceso tendrá apoyo internacional si se consolida
«La esperanza es algo que crece en el tiempo». Una frase del propio Currin presidía el escenario en el que disertó sobre las claves que, a su entender, recoge la apuesta estratégica de la izquierda abertzale con un proceso democrático que derive en una resolución definitiva del contencioso. Invitó a la ciudadanía vasca a no ser meros espectadores del proceso.
Gari MUJIKA | ERRENTERIA
Llegó media hora tarde por problemas aéreos, pidió disculpas y se enfrentó a una sala abarrotada esperando no defraudar las expectativas con las que cientos de personas se acercaron al auditorium de la casa cultural de Niessen en Errenteria. Ante un público muy distinto al que encontró el martes en Madrid, el facilitador sudafricano Brian Currin arrancó su conferencia anoche sin siquiera haberla preparado de antemano, pero con un mensaje muy claro dirigido tanto a la ciudadanía vasca como, en especial, a la base social de la izquierda abertzale.
Aunque fue al final cuando remarcó las dos claves que cree que deben interiorizar los independentistas vascos para llevar a cabo un proceso exitoso, «la legalización» y «la confianza» fueron términos usados ya al inicio de su intervención. Evitando comparaciones pero admitiendo las similitudes, recordó qué ocurrió en Sudáfrica.
Detalló que tras la ilegalización del Congreso Nacional Africano (ANC) y el encarcelamiento de líderes políticos como Mandela en 1963, «hubo un periodo deprimente, porque no se consiguió nada y la situación fue a peor». Señaló que dos décadas después, sin embargo, una nueva generación de líderes cambió de estrategia uniendo a los organismos en un Frente Democrático que actuó de forma legal durante al menos cuatro años. Subrayó que ese periodo y ese cambio estratégico fueron esenciales, porque «se puso una base política para que ANC volviese a la legalidad».
«Quiero decir que los líderes se dieron cuenta en un momento dado de que si querían trabajar en su país tenían que ser legales», dijo Currin. Para reflejar la situación contraria, recurrió a «el ejemplo que siempre uso: es como querer robar un banco, avisar al banco de que vas a robar y luego ser detenidos».
Acto seguido, Currin se preguntó qué se puede lograr en Euskal Herria sin que la izquierda abertzale sea «legal». Y respondió que el mejor exponente fue el último intento negociador, que cree que estuvo muy dificultado por la ilegalización, además de generar otro problema añadido: la falta de transparencia. Currin defiende que la sociedad debe saber en todo momento qué pasos están dando sus líderes.
Al igual que hizo el martes en Madrid, ayer en Errenteria el experto sudafricano recordó que el proceso de la izquierda abertzale del que ha surgido la resolución «Zutik Euskal Herria» comenzó hace dos años, con diri- gentes encarcelados, pero que pese a ello ha dado como fruto una nueva vía estratégica que Currin defendió e invitó a desarrollar sin decaer y «con valor».
Movimientos internacionales
Señaló que es consciente de que hay sectores en la propia izquierda abertzale que albergan «dudas» sobre una apuesta en la que «el recurso a la violencia deja de ser una opción», pero preguntó cuál sería la alternativa. «Si la violencia sigue, hay una cosa segura: nunca se conseguirán los objetivos políticos de autodeterminación y soberanía».
Al igual que en Madrid, ayer también hizo hincapié especial en la necesidad de restablecer la confianza entre los partidos políticos y seguir «consolidando» la colaboración. Citó igualmente la necesidad que la izquierda abertzale consiga que el Gobierno español tenga confianza en un proceso democrático, y recordó que la resolución «Zutik Euskal Herria» cuenta para ello con el valor añadido de que es unilateral y que recoge los Principios Mitchell.
Pero seguramente lo más destacable llegó en el turno de preguntas, al ser requerido sobre la necesidad de que el empuje llegue también desde el ámbito internacional. El abogado sudafricano señaló que en este tiempo ha conversado al respecto de Euskal Herria con «pacificadores» de todo el mundo y que en unas semanas desvelará una lista de personalidades que saludarán la decisión adoptada.
Pero fue más lejos. Habló de que la irreversibilidad del proceso -concepto que resaltó que acuña ``Zutik Euskal Herria''- llegaría con un alto el fuego por parte de ETA, «verificado y seguido por un ente independiente», y se mostró más que seguro de que llegado ese punto habrá países europeos e internacionales que apoyarán un proceso de resolución en el país.