«Sunsundegui no es una excepción y no tomó medidas contra el amianto»
Reconoce que entre los años setenta y los noventa del siglo pasado estuvieron en contacto con el amianto, sobre todo en la reparación de trenes de Renfe. Sin embargo, considera que la dirección y la Administración navarra no adoptan medidas para paliar las consecuencias.
Juanjo BASTERRA | BILBO
¿En esta empresa Suministros Unificados de carrocerías SL (Sunsundegui) hay amianto?
Pensamos que existe, sí. Pueden existir restos en aquellas naves donde se repararon trenes que utilizaban amianto como aislante. también está presente en elementos constructivos de de las instalaciones. Sunsundegui trabajó con amianto desde principios de los años 70 a los 90 del siglo pasado en la reparación de trenes de Renfe
¿Qué está impulsando LAB o el comité para evitar el impacto del mineral cancerígeno?
Estamos trabajando para asegurar el reconocimiento y adecuado tratamiento de los trabajadores expuestos a ese material. Con la colaboración de la plantilla, estamos impulsando la identificación de posibles exposiciones, tanto en el pasado como en la actualidad. Exigiremos que se les registre y asegure al menos la vigilancia adecuada de la salud. la finalidad de este trabajo es buscar el reconocimiento laboral del daño, así como la reclamación del recargo de prestaciones derivado del mismo. También queremos evitar nuevas exposiciones, por lo que se ha solicitado a la empresa un estudio sobre la eventual presencia de amianto.
¿Cuántos trabajadores están afectados por amianto?
Teniendo en cuenta el tiempo que se ha trabajado con amianto en la empresa a lo largo de dos décadas, que la plantilla media era en torno a 250 trabajadores, y que en ningún momento se aplicaron en la empresa medidas para evitar la dispersión de fibras de amianto de unas zonas de trabajo a otras, creemos que la cifra es bastante significativa. Recientemente algunos trabajadores han hecho pruebas en el Instituto Nacional de Silicosis en Oviedo. A algunos trabajadores se les han detectado placas pleurales y están a espera de realización de otras pruebas que valoren daños más graves. Aparte de los trabajadores directamente expuestos no podemos olvidar de mencionar a los familiares de trabajadores que estuvieron expuestos con la manipulación y lavado de las prendas de trabajo sin tener ningún conocimiento de la potencialidad del daño.
¿Cree que las direcciones de las empresas están tomando conciencia de este grave problema para la salud de los trabajadores?
Por experiencias de otros compañeros me consta que la actitud de las empresas suele ir dirigida a esconder el problema en lugar de reconocerlo y afrontarlo. No hay que olvidar que los daños que el amianto provoca son muy graves o mortales, y por ello las responsabilidades a las que deben hacer frente en caso de daño pueden ser serias. Normalmente las empresas no reconocen la exposición por lo que no activan ningún seguimiento médico a las personas expuestas. Sunsundegui no es una excepción. No pueden negar la exposición por que la empresa estaba inscrita en el RERA. Aun así estamos encontrando por su parte dificultades a la hora de facilitarnos información e identificar la gente que ha podido estar expuesta a este material cancerígeno. Exigimos una mayor transparencia a la empresa ya que pensamos que la salud de los trabajadores debe estar por encima de sus intereses económicos. Debido a lo arduo del trabajo, desde LAB intentamos involucrar a las demás secciones sindicales, y en principio dicen estar abiertos a las iniciativas presentadas. Esperamos que estas intenciones se plasmen en un trabajo en común para impulsar adecuadamente las iniciativas sindicales que entendemos necesarias para afrontar el problema.
¿Qué se debe hacer a partir de este momento?
En nuestra opinión desde las administraciones públicas referentes en materia de salud laboral ni siquiera están cubriendo el expediente. No existen programas de información ni control para que la eventual exposición al amianto aun presente en las empresas se contemple en las evaluaciones de riesgo, o para que se elimine el riesgo. No existe un registro exhaustivo de empresas en las que ha habido contacto con amianto, ni listados rigurosos de trabajadores que han estado en contacto con este producto. El seguimiento sobre la vigilancia de la salud y el impulso del reconocimiento del daño es casi nulo. A partir de este momento se debe tomar una conciencia real de la gravedad del problema en la sociedad actual y ser consecuentes y solidarios con la problemática originada en todos los trabajadores expuestos y las consecuencias acarreadas por el amianto. A nuestro juicio, desde el I.N.S.L. ha habido un «oscurantismo» ante esta situación y eso se traduce en que ninguna dolencia de estas ha emergido.