En esta ocasión el silencio del Estado ha sido aún más notorio que en la primera ola de consultas del 13 de diciembre, cuando 700.000 personas estaban convocadas a votar sobre la independencia de la nación catalana (180.000 votaron a favor). En diciembre se rechazó utilizar el recurso legal con el que intentaron impedir el referéndum en Arenys de Munt, pero hubo debate en los medios y el propio presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, habló de la consultas convocadas para menospreciarlas y quitarles valor. Pero en las últimas semanas ha sido imposible encontrar un representante del Gobierno español o de los partidos estatales que hayan opinado sobre las consultas que hoy acogen ochenta municipios.

Este silencio, con el que el Estado intenta evitar que sus declaraciones tengan el efecto contrario al deseado y animen a más vecinos a acudir a las urnas, se ha traducido en un menor temor de los alcaldes que, en varios municipios, han prestado locales públicos como colegios electorales. Responden al llamamiento que hizo la plataforma Decidim.cat, que reúne 1.300 electos a favor de la autodeterminación, para que los ayuntamientos animaran la población a votar.

Esta va a ser una consulta con menor impacto, porque el número de personas convocadas es inferior que en diciembre y también que en la tercera ola ronda que le seguirá el 25 de abril, cuando podrán votar cerca de un millón de personas. Para ese día, dos capitales de provincia (Girona y Lleida), además de grandes ciudades como Manresa, Reus y Figueres, convocan a sus ciudadanos a votar.

Laporta, protagonista

Uno de los actos de cierre de la campaña tuvo el viernes a Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, como invitado de honor. Acudió a uno de los pueblos más pequeños donde hoy se votará, Sant Esteve d'en Bas, de cerca de 3.000 habitantes.

Ante 200 vecinos y varios medios de comunicación, Laporta aseguró que «el `sí' es un paso previo para conseguir que Catalunya sea conocida como Estado de pleno derecho a nivel internacional y para que los catalanes existamos con normalidad en el mundo». Además, el presidente del Barça subrayó la importancia de las consultas, al estimar que ayudan a «despertar la conciencia nacional», lo que, a su juicio, es necesario, porque «hace mucho tiempo que estamos narcotizados y ya es hora que nos despertemos».

A la misma hora en que Laporta hablaba en Sant Esteve d'en Bas, la Coordinadora Nacional per les Consultes cerraba la campaña en Cardona. Allí el protagonismo fue para Uriel Bertran, diputado de ERC que a menudo actúa de manera independiente del partido, y Alfons López Tena, antiguo vocal del Consejo General del Poder Judicial que organizó las consultas del 13D en Osona y tiene carnet de CiU.

La coincidencia de ambos actos puso de nuevo de manifiesto los distintos intereses políticos que se mueven alrededor de los referendos.

Estas rivalidades tienen mucho que ver con las elecciones autonómicas previstas para otoño. Y Laporta ya ha decidido que la noticia de mañana, el día siguiente a las consultas, sea él, pues a través de las redes sociales de internet ha anunciado que hará públicos sus «pensamientos sobre Catalunya». Además, ha creado la web www.laporta2010.cat, en la que un reloj marca una cuenta atrás que lleva a pensar que mañana dará a conocer cual es su opción política para concurrir a las elecciones autonómicas.