La Corte Constitucional cierra las puertas a la reelección de Uribe
Tras casi ocho años como presidente de Colombia, el país más convulso de Sudamérica, Álvaro Uribe se ve obligado a dejar el Gobierno por decisión de la Corte Constitucional, que ha cerrado las puertas a una segunda reelección consecutiva en los comicios presidenciales del mayo próximo. El Polo Democrático Alternativo considera que el fallo ha salvado «la democracia, el estado de derecho y las libertades democráticas» en el país.GARA |
La Corte Constitucional de Colombia rechazó el viernes la posibilidad de que Álvaro Uribe lleve adelante su iniciativa de convocar un referendo para consultar a la ciudadanía sobre una reforma de la Constitución que le permitiera buscar en los comicios de mayo y, aún en el futuro, una segunda reelección.
La que sin ningún género de dudas es la decisión jurídica más importante en la historia reciente del país, marca el inicio de una difícil campaña para los candidatos que buscan reemplazar a Uribe, quien después de casi ocho años en el poder se convirtió en uno de los presidentes más populares del país respaldado por su estrategia para combatir a las guerrillas.
Uribe, principal aliado de Washington en América Latina y que ha venido jugando un rol de contrapeso a presidente venezolano, Hugo Chávez, nunca ha expresado abiertamente su intención de ser candidato para una segunda reelección, pero los hechos demostraban su deseo de continuar gobernando el país.
El presidente del tribunal, Mauricio González, explicó que durante la tramitación de la ley se dieron «un conjunto de irregularidades» vinculadas a la financiación de la campaña de recogida de firmas entre los ciudadanos, además de otras anomalías que «configuran una grave violación de los principios de un sistema democrático».
Fallo «histórico»
Esta resolución, calificada de «histórico» por los analistas, implica una derrota para Uribe, quien llegó al poder en 2002 con la promesa de vencer militarmente a las guerrillas, al cerrarle las puertas a Uribe a un tercer mandato y también a una eventual candidatura en 2014.
Tras conocer el fallo, Uribe, cuya popularidad ronda el 70%, dijo «aceptar y acatar» la decisión, se declaró dispuesto a seguir sirviendo al país desde cualquier posición hasta su muerte y pidió a los ciudadanos que no permitan un cambio de rumbo de la democracia colombiana.
Sus seguidores dijeron que trabajarán para proteger su gestión y mantener su Política de Seguridad Democrática, eje de sus mandatos y que, por la fuerza de las armas, le ha permitido asestar duros golpes a las FARC.
Su delfín político, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, se convirtió en su heredero al confirmar sus aspiraciones a la Presidencia por el Partido de la U, tras conocer el fallo judicial, al tiempo que reiteró su «lealtad irrevocable» hacia Uribe, quien ayer le mostró su respaldo en la carrera presidencial.
Pero Santos, quien figura primero en las encuestas, tendrá que recorrer un difícil camino ante el riesgo de una atomización de candidatos que, en ausencia de Uribe, buscarán votos autoprocla- mándose herederos de su obra política o haciendo alianzas con otras fuerzas.
El Polo Democrático Alternativo de Colombia (PDA) consideró que el fallo judicial «ha salvado la democracia, el estado social de derecho y las libertades democráticas». Su presidente, el senador Jaime Dussán, agregó que el PDA se ocupará ahora de fortalecer sus propuestas e iniciativas con vistas a las elecciones del 30 de mayo, a las que este partido concurrirá con el congresista y ex guerrillero Gustavo Petro como candidato.
Mientras, decenas de ciudadanos salieron a las calles en Bogotá para celebrar el fallo judicial al considerar que se trata de un triunfo de la constitucional, incluidos aquellos que valoran positivamente su gestión en los últimos ocho años.
Uribe logró su primera reelección en el 2006 gracias a una reforma a la Constitución, que prohibía a un mandatario en ejercicio ser candidato en el Congreso que estuvo inmersa en una polémica cuyo origen era, una vez más, el transfuguismo.
Con Álvaro Uribe fuera de la contienda electoral, Colombia entra en una incierta campaña electoral a la Presidencia que, con toda seguridad, obligará a una segunda vuelta ante la ausencia de candidatos de peso.